lunes, 6 de julio de 2009

Vota y calla


La inexistencia de primarias dentro de los partidos políticos ha empoderado sus directivas en desmedro de la ciudadanía. A pesar de que la política debiera estar al servicio de la sociedad, los mecanismos electorales han colocado la sociedad al servicio de ésta, transformando a los electores en meros validadores de las designaciones parlamentarias.

A su vez, los aspirantes a candidaturas parlamentarias se enfocan en negociar con las mesas directivas, en vez de tratar de conquistar el voto ciudadano, confirmándonos que la política se encuentra capturada por las dirigencias de los partidos.

A través de sondeos de opinión - no publicados y con metodología desconocida-, los dos grandes conglomerados designan a sus candidatos parlamentarios, creyendo interpretar las preferencias del electorado. Una vez nominados, el sistema binominal y voto obligatorio se encargan eficazmente de que éstos resulten electos.

Pero algunas encuestas han sido cuestionadas al interior de los partidos, tal como ocurrió en abril con el anuncio de las postulaciones de Rodrigo Alvárez (UDI) y Nicolás Monckeberg (RN) como candidatos al mismo cargo de diputado en Providencia-Ñuñoa.

Las pugnas internas son resueltas por las dirigencias, sin siquiera involucrar los electores o las bases partidarias. En estos días, varios conflictos surgieron, reflejando la incipiente disconformidad respecto a los mecanismos internos de designación de candidatos.


Uno de ellos es el reciente anuncio de Luis Plaza, alcalde de Cerro Navia, de renunciar a RN, motivado por la nueva designación de Nicolás Monckeberg (actual diputado distrito 42, Región del Bío Bío), esta vez como candidato a diputado por el distrito 18 (Quinta Normal, Cerro Navia y Lo Prado). Estudios del Instituto Libertad y Desarrollo favorecerían a Monckeberg por sobre Mario Desbordes, jefe de gabinete de Plaza. “He decidido dar un paso al lado, porque no estoy de acuerdo con que se nos impongan candidatos”, señaló el edil.


Pero por primera vez, cerca de 100 militantes RN de esa comuna manifestaron su oposición a esta inconsulta decisión, con huevos y batucada en la sede del partido. Son las primeras señales de los electores, que comienzan a abandonar su actitud pasiva y a hacer escuchar su opinión. Será el propio Sebastián Piñera quién tendrá que dirimir este conflicto.


Mayor fortuna - o mejor muñequeo político- tuvo el alcalde Manuel José Ossandón en la designación de Leopoldo Pérez como candidato parlamentario en el distrito 29. Puentealtino y secretario de Planificación de dicha municipalidad, Pérez fue designado para mantener el cupo que deja el diputado Maximiano Errázuriz (ex RN). Se ignora si cuenta con el respaldo de las otras comunas distritales: La Pintana, Pirque y San José de Maipo.


Distinto es el caso del actor Vasco Moulián, quién aceptó la oferta UDI de postular como senador, probablemente por Aisén o Atacama. Como hasta el jueves pasado era el Director de Programación de Canal 13, se desconoce si existe algún sondeo de opinión que respalde esa decisión, o al menos, si está relacionado con alguna de las dos regiones.


Marcelo Trivelli presentó su renuncia a la DC, ya que las reglas del juego “se cambian según las conveniencias de unos pocos, postergando a muchos que sólo piden una oportunidad”.


Roberto Muñoz Barra, senador por la Región de la Araucanía, también anunció su decisión de renunciar al PPD. Él, en cambio, está molesto por la exigencia de definir en primarias la candidatura de la circunscripción y tendrá que competir con el diputado Jaime Quintana, también PPD. Con esto, queda claro que algunos parlamentarios han asumido su cargo como un derecho adquirido, y como tal, lo reclaman.

Resulta impresentable que en un sistema supuestamente democrático, exista la institución de los candidatos designados. Su evidente consolidación contradice los innumerables discursos sobre la baja convocatoria política. Es de esperar que la próxima elección contemos con primarias oficiales en los partidos, de acuerdo a la todavía pendiente reforma constitucional ingresada al Congreso por la Presidenta Bachelet en el 2006. De esa forma, se legitimarían las candidaturas, evitando las estériles pugnas internas que sólo enlodan la imagen de la política.

De niño, cuando preguntaba qué había de almuerzo, muchas veces recibía la misma respuesta: “Come y calla”. Ahora, de grande, ha cambiado a: “Vota y calla”.

3 comentarios:

Sergio Correa Espinosa dijo...

Andrés, estoy de acuerdo que lo obsoleto del binominaly las decisiones entre cuatro paredes, lo único que logran es que los candidatos te los impongan, no solo eso sino que te los traen desde Santiago a regiones sin ni siquiera preocuparse de que la Ley exige residencia (al menos para los diputados), y sin preguntarle a nadie si le gusta o no, en resúmen: "esto es lo que hay, tómalo o déjalo".
Mi inquietud es, ¿serán las primarias un mecanismo eficaz para solucionar el problema, considerando que ya es difícil convocar a la ciudadanía a las elecciones finales? Pensando solo en las parlamentarias, a mi juicio no, se prestaría para que votara solo la militancia más dura con todo lo que eso implica, acarreo de votantes, fracturas intrapartidarias y finalmente el candidato perdedor igual se descolgaría para competir por fuera.
Creo que lo fundamental es modificar el binominal, así los partidos se verían obligados a mejorar la oferta y cualquier ciudadano que creyera tener apoyo podría intentarlo, aparecerían nuevos movimientos y el votante tendría más alternativas para elegir, dejaría de ser un vota y calla.

Andres Jiron Santandreu dijo...

Sergio: se trata del binominal Y primarias juntas. El uno sin el otro resulta muy débil.
Con el término del voto obligatorio,empieza una nueva etapa para los partidos políticos: la de la representatividad.
Si a la gente le aseguran que su voto puede influir, habría mayor participación. Pero como se han encargado de decir, de diferentes maneras, que la participación no sirve para nada (quizás para repartir planfletos o rayar murallas), nadie se inscribe.
Por eso, hay que crear mecanismos que incentiven la participación ciudadana en los partidos políticos.

Unknown dijo...

Lo que no entiendo es porqué la Concertación le ha cargado a la Alianza el peso del rechazo a modificar el binominal. A ningún parlamentario de la Concertación le conviene modificarlo, porque se abriría la competencia. Pero se presentan como víctimas, y la derecha se las compra enterita...