lunes, 16 de marzo de 2009

Liderando por decreto

A pesar de que la “ley del donante universal” busca aumentar las donaciones de órganos en nuestro país, la Corporación del Trasplante emitió duras críticas al proyecto aprobado por la Comisión de Salud del Senado. Es que, al igual que en muchas organizaciones, los cambios conductuales no se logran con nuevas normas, sino que requieren de cambios culturales.

Con una amplia mayoría y la abstención del senador José García, la Comisión de Salud del Senado aprobó en general el proyecto de ley en primer trámite, que establece la donación universal de órganos. Esto hace que todos los mayores de 14 años pasen en forma automática a ser donantes de órganos. Quién no quiera serlo, deberá explicitar su intención. Chile es uno de los países con más baja tasa de donación.

De las buenas intenciones del proyecto, no caben dudas. Pero, ¿cuántas veces ocurre que un propósito es loable y no logra cambios conductuales en las personas? No solamente importa el fondo de la solución, sino también su forma. Muchas organizaciones incurren en el error de mandar por decretos, sin lograr modificar comportamientos y logrando solamente desgastar la imagen de autoridad. La ley por sí sola no resolverá el problema.

Si bien el proyecto provoca un cambio profundo en el sistema de donación de órganos, pues se pasa de un procedimiento en el que prima la voluntariedad a otro en que se establece que todos son donantes mientras no se pronuncien en contrario, la Corporación del Trasplante emitió duras críticas: “no servirá para nada”, las que fueron rebatidas tanto por la Ministra de Salud(s) Jeanette Vega y por el senador Mariano Ruiz- Esquide.

El director de la Corporación, José Luis Rojas, señaló “que el tema se ha visto desde el punto de vista político, y no técnico”. Declaró que el proyecto de ley se basa en dos argumentos erróneos: el éxito de la ley en España y el rechazo de los familiares. Según Rojas, el primer fundamento es “ridículo”, ya que la ley no se ocupa, y el segundo motivo es que, a juicio de la Corporación, sólo un tercio de los familiares impide las donaciones. Y en el caso de quienes “explicitaron su deseo de donar, en más del 90% de los casos se respeta esa voluntad”, agrega.

El verdadero problema está en la pesquisa de órganos, que se podría lograr con un aumento del “número de neurólogos 24 horas en hospitales y tener suficientes camas UCI”. En definitiva, se requiere de la instalación de equipos médicos que permitan la extracción y el traslado de órganos.

Por otra parte, la máxima autoridad a nivel mundial en el tema, doctor Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes en España, apoyó los comentarios de la Corporación de Trasplantes, criticando el enfoque del proyecto de ley. “El problema no pasa porque la población chilena esté menos consciente de la donación. Lo que pasa es que en un buen número de hospitales no pueden detectar los donantes, y porque faltan coordinadores expertos en trasplantes”, señaló el experto internacional. “Los cambios de leyes no son una solución mágica (…). Al final siempre se va a pedir permiso a la familia, porque la población nunca está de acuerdo con sacar los órganos sin el permiso de la familia”, agregó.

La recién creada Comisión Nacional de Trasplantes de Órganos está elaborando un modelo de gestión integral, que busca aumentar el número de donantes de órganos en el país y que la donación funcione permanentemente durante las 24 horas del día.

Por eso, la ley del donante universal facilitará la donación de órganos, pero no necesariamente su trasplante. Si no se implementa como política pública una política integral, seguiremos viendo casos tan dramáticos como el de Felipe Cruzat, el niño de 11 años.

El Ministerio de Salud dio una dura respuesta. Ahora corresponde que la iniciativa sea estudiada en particular, para lo cual se remitió nuevamente a la Comisión de Salud, fijándose el día 30 de marzo como plazo para presentarle indicaciones.

Andrés Jirón Santandreu
Gerente de Operaciones
DB Group
http://www.dbgroup.cl/


Artículo publicado en sitio web http://www.gestcom.cl/.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Es que hay una escasez importante de liderazgo.Se prefiere mandar, ordenar, gritar a veces, con malos resultados. Pero la gente sigue insistiendo.
Una de las críticas que les hacen a los comandos presidenciales es la falta de épice, de un programa que movilice, que haga a la gente volver a soñar.

Unknown dijo...

Pero eso pasa en todos los ámbitos. Los jefes juran que basta con mandar, cuando eso no produce resultado. Puede ser que mientras el jefe supervisa, la gente esté estemos haciendo su pega, pero cuando se da vuelta...

Unknown dijo...

Uno de los desafíos de las organizaciones es lograr involucrar, convencer y comprometer a sus trabajadores. Muchas veces se opta por la orden o el reto, que tiene resultado, pero de muy corto alcance.
La labor de los jefes es precisamente lograr resultados a largo plazo, y para eso se requieren otros procesos. El mandar por decreto pocas veces sirve.