miércoles, 12 de agosto de 2009

Nuevo deporte nacional: criticar a los políticos


“Hoy el deporte nacional es criticar a los políticos y por eso la gente prefiere quedarse en el sector privado” declaró el senador Frei en una entrevista publicada en La Tercera este domingo. Sin embargo, existe mucha gente que quisiera cooperar con un proyecto país, pero que al no querer pertenecer a un conglomerado político, ve escasas posibilidades reales de lograr un resultado positivo.

Las recientes pugnas de los partidos en la confección de las listas parlamentarias -y ahora en la definición de los programas de gobierno-, confirman que los cupos son escasos y no se ceden gratuitamente. Los apoyos tampoco son incondicionales: se negocian, se transan y se mercantilizan.Tanto tengo, tanto valgo”, demostrando la ausencia de un proyecto común y de un relato con sentido colectivo. La política está capturada por las dirigencias de los partidos y eso es lo que desincentiva el ingreso de privados al sector público, ya sea a través de los conglomerados o de la administración pública.

La beligerancia de la campaña presidencial se ha extendido a algunos comandos. Este lunes, en una tensa reunión en el comando del senador Frei, ciertos lineamientos programáticos y de la estrategia comunicacional fueron cuestionados por los presidentes de los partidos de la Concertación. Son ya varias las disputas que contravienen todos los intentos de señales de unidad: la convocatoria a plebiscito del senador Girardi y posterior reclamo del PPD por falta de propuestas progresistas, las negociaciones del PRSD, el incidente Saa-Gómez o la sanción del PS a sus militantes que apoyen al diputado Enríquez-Ominami.

En la misma línea, la renuncia a la militancia UDI del ex alcalde Gonzalo Cornejo contrasta con la repostulación por el distrito 19 de su cónyuge, la diputada Claudia Nogueira. Refleja la sutil y compleja negociación -igualmente visible para la opinión pública- que se produce dentro de los partidos políticos. Cabe destacar que mientras la Fiscalía de Valparaíso investiga a la parlamentaria por un supuesto fraude al Fisco, la UDI reafirma sus esfuerzos de controlar los programas de Gobierno, tal como lo anuncia la campaña de “fiscalización democrática iniciada por el diputado Dittborn.

A su vez, en otra tienda partidista, las declaraciones del diputado Jaime Mulet (PRI) fueron desmentidas por el senador Adolfo Zaldívar, quién descartó la bajada de su candidatura, pero manifestó que estaba abierto a todos los escenarios.

También existen dudas sobre eventuales cuoteos políticos en la selección de ejecutivos en los concursos del Consejo de Alta Dirección Pública, lo que desincentiva un gran número de postulaciones. Casi el 30% de los procesos son declarados desiertos, a pesar de la voluntad de muchas personas a colaborar en un proyecto país. La selección de los candidatos es realizada por head hunters externos, los finalistas son entrevistados por los miembros del Consejo de Alta Dirección Pública y recién una vez aprobados, se conforma una terna final para elegir a quien llenará la vacante. Sin embargo, a pesar de los altos costos financieros, de tiempo y dedicación, muchos concursos terminan siendo declarados desiertos por la autoridad, sin expresar causa alguna.

En términos generales, existe una frecuente inconsistencia entre las declaraciones y acciones de la clase política, lo que desmerece la correcta gestión de otros dirigentes o representantes, y lo que es peor, acrecienta el distanciamiento de la ciudadanía con la gestión pública. Las campañas sucias, las promesas incumplidas, el oportunismo político, las visiones superficiales y de corto alcance sólo logran desprestigiar la política.

Las dirigencias de los partidos han tendido a postergar la calidad de la política, privilegiando la obtención de cupos parlamentarios y cargos fiscales. Como reacción a eso, en el último tiempo los movimientos ciudadanos han demostrado una capacidad para congregar adherentes que supera con creces a la de los partidos políticos, anticipando un serio problema de representatividad a los futuros gobernantes de nuestro país. De ahí la urgencia de una profunda renovación de rostros, procesos y partidos de la política nacional, que permita un cambio real y una mejoría en su calidad.

1 comentario:

Unknown dijo...

¡ Y eso que te saltaste el rechazo al límite de reelecciones! ¡¡Son unos frescos de m...! ¡No hay que votar por ninguno que vaya a la reelección, sin importar su partido.