lunes, 1 de septiembre de 2008

Gestión Organizacional en los Juegos Olímpicos



Un análisis de la gestión organizacional de los Juegos Olímpicos Beijing 2008.


China nos sorprendió con una coordinación y organización perfecta durante todos los Juegos Olímpicos, asombrando a millones de telespectadores de los cinco continentes y cambiando la historia de estas competencias.

En especial, las ceremonias de inauguración y de clausura de los J.J.O.O. deslumbraron a las más diversas audiencias. Desde la inauguración del evento, China mostró una capacidad sobresaliente de organización y coordinación, demostrando sus fortalezas para alinear a muchas personas en pos de un objetivo común. El día 8/8/08 a las 8.08 horas, los anfitriones mostraron en vivo y en directo un espectáculo que sobrecogió a cuatro mil millones de personas en todo el planeta. China aprovechó en forma extraordinaria esta oportunidad para autopresentarse al mundo, recogiendo los aspectos más importantes de su historia y destacando sus grandes aportes a la humanidad, exhibiendo al mismo tiempo un país moderno, con importantes desarrollos organizacionales, logísticos, creativos y tecnológicos, proyectándose al mundo como un actor protagónico, poderoso y gigantesco.

Durante los 16 días de competencia, se pudo comprobar que además de una logística casi impecable, la emergente superpotencia aprovechó para demostrar una excelencia deportiva superlativa, la que le permitió por primera vez liderar el medallero olímpico.

La ceremonia de clausura también fue memorable, logrando un espectacular resultado a través de la perfecta, pero casi inalcanzable, combinación de recursos humanos, financieros y tecnológicos. Al igual que en la inauguración, el director de cine a cargo del proyecto, Zhang Yimou mostró su capacidad de alinear innumerables individualidades en un proyecto común.

Ambos espectáculos demostraron, por sobre todo, una creatividad extraordinaria, una gran capacidad de movilización de masas -¡qué bien representan a China las masas multitudinarias!- y una sincronización perfecta, además de una versatilidad abismante, que permitieron representar distintas perspectivas del pasado, presente y futuro, utilizando marcos referenciales comunes tanto al mundo occidental como al mundo oriental. Para esto, se necesita una gran capacidad de mando y una firme conducción. Embarcar a tanta gente, reunirla para un evento gigantesco, seleccionarla de acuerdo a sus habilidades, alinearla según distintos objetivos intermedios y mantenerla involucrada durante todo el período de preparación, no debe ser fácil. Se requiere de una motivación, de un discurso y de un liderazgo que permitan elaborar y concretar un proyecto, con una identidad, un propósito y una orientación muy definida.

Con una oferta de noticias tan potente, resultó difícil para los 20.000 periodistas extranjeros acreditados, las decenas de miles de turistas occidentales y todas las delegaciones deportivas, conocer realidades de una China más conflictiva. La falta de libertad política, el subdesarrollo rural e incluso la contaminación, fueron sobrepasadas por la magnificencia de las ceremonias, la emoción de las competencias y a la obtención de nuevos logros deportivos. Incluso aspectos como la linda niña que cantó en la bienvenida, los falsos fuegos artificiales o la discutida representatividad étnica de los niños, fueron minimizados por la prensa.

En lo deportivo, China superó ampliamente a sus eternos rivales, Estados Unidos y Rusia. Desde un punto de vista económico también fue una gran oportunidad para consolidar visualmente el impresionante desarrollo obtenido por ese país en las últimas décadas. En cuanto a una visión política, fue una excelente oportunidad para demostrar su liderazgo en tan diversas áreas, que hoy se habla de la “chinización” del mundo.

Liu Qi, jefe del comité organizador, concluyó que los J.J.O.O. “fueron testimonio del hecho de que el mundo ha puesto su confianza en China”. Resulta difícil todavía dimensionar el retorno económico y en imagen país que tendrá la inversión de más de 40.000 millones de dólares. No cabe duda que fue una gran oportunidad de reconstruir una imagen país, que China utilizó magistralmente.

El gigante ha despertado.


Andrés Jirón Santandreu
Gerente General
Gestcom
www.gestcom.cl

Video y artículo publicado en sitio web http://www.gestcom.cl/

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