miércoles, 26 de septiembre de 2012

Lo que natura non da... el binominal lo presta (4-7-12)

El rechazo de la propuesta de reforma constitucional (boletín 7417-07) al número de diputados inmoviliza una vez más cualquier modificación al actual sistema electoral. Tanto discurso florido, tanta declaración sentida, tanta preocupación por la calidad de nuestra democracia, se desvanecen de una plumada al momento de los quiubos…

Más preocupados de retener o de recuperar el poder que de representar a sus electores, la clase política se ha olvidado por completo de procurar una sociedad más participativa e inclusiva. La ciudadanía, sintiéndose no representada, sale a la calle a manifestar su voz, evidenciando la ilegitimidad de una casta de elegidos que se resiste a perder sus privilegios.
Para eso, nada mejor que defender el statu quo. Cualquier pretexto sirve, con tal de mantener las barreras de entrada, los actuales privilegios y el no rendir cuentas a nadie. Con una sorprendente capacidad para ponerse de acuerdo para el aumento de sus ingresos, ésta se desvanece cuando se trata de democratizar el actual sistema político o de representar los intereses ciudadanos. Con este rechazo, los honorables mantienen las barreras de entrada al sistema político, consolidando una falta de competencia que escandalizaría a la misma Fiscalía Nacional Económica…

Si este gobierno se ha caracterizado por una baja sintonía con sus electores -siendo fuertemente castigado en las encuestas-, nuestros honorables parlamentarios se superan a sí mismos en términos de desaprobación. En la última Adimark, correspondiente a Junio 2012, la Cámara de Diputados obtiene un sólido 73% de desaprobación, mientras el rechazo al Senado llega al 68%. Por supuesto, muchos parlamentarios son los primeros en hacer gárgaras respecto al 58% de desaprobación a la forma como Sebastián Piñera conduce su gobierno, atacándolo o defendiéndolo, pero a la vez confirmando lo fácil que es ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.

Respecto al binominal, una parte importante de los legisladores omitió la voluntad de sus electores, optando por mantener sus privilegios. Es así como, a pesar de que el 63,2% de los chilenos quiere cambiar el actual sistema electoral (estudio Universidad Mayor-El Mostrador), muchos de ellos -de la Alianza y de la Concertación- prefirieron rechazar en forma transversal la eliminación del guarismo de “120” diputados en la Constitución Política del Estado, primer paso para modificar el sistema binominal.

Bajo el pretexto de que no se han puesto de acuerdo en el sistema que reemplace el sistema electoral, mantienen un statu quo, el que beneficia sólo a 150 personas en contra de millones de chilenos. En consecuencia, ante esa incapacidad -voluntaria y voluntariosa- de ponerse de acuerdo, le corresponde a la ciudadanía acordar cuál es el sistema electoral que puede reemplazar el binominal. Por supuesto que cualquier alternativa tiene fortalezas y debilidades, y desde ya le corresponderá a las organizaciones civiles el informar a la ciudadanía para que tomen una posición.

Mientras tanto, sólo nos queda hacer un esfuerzo colectivo para que los mismos legisladores no sean elegidos en las próximas elecciones parlamentarias. Todos de la UDI -siempre esforzándose por mantener el legado de la dictadura- y algunos pocos incautos de RN -incapaces de reconocer los tiempos que corren-.

Para tenerlo claro, éste es el recuento de los honorables que no votaron por esta reforma constitucional. De acuerdo a la votación, ellos son:

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