lunes, 26 de octubre de 2009

Campaña presidencial: el riesgo de una eventual derrota del gobierno


Riesgosa resulta la decisión del gobierno de involucrarse en la campaña presidencial del senador Frei. Hasta ahora, ningún gobierno saliente de la Concertación se había comprometido tanto con un candidato oficialista, sin duda porque no había sido necesario.

Para estas elecciones tan competitivas, La Moneda decidió cambiar las reglas del juego. Optó por desligarse de su tradicional política de prescindencia y entregar al abanderado de la Concertación toda la ayuda del aparataje estatal, con Jefa de Estado, ministros y funcionarios públicos incluidos, intentando traspasarle la popularidad de la Presidenta Bachelet y de su gobierno.

Aún más, en un intento de asegurar el paso del senador Frei a la segunda vuelta, anticipó la estrategia reservada para esa etapa. Declaraciones de la Presidenta Bachelet, salidas a terreno de ministros, eventos con funcionarios públicos en horarios no laborales y anuncios de posibles incorporaciones de otros ministros -previa renuncia a sus cargos-, han tendido en esa dirección.

Sin embargo, el traspaso de popularidad o impopularidad es bidireccional y siempre puede operar en ambos sentidos. ¿Qué ocurriría si se concretaran otras renuncias de ministros para incorporarse al comando del senador Frei y éste no pasara a la segunda vuelta? Desde luego, sería impresentable que los ministros renunciados volvieran a sus cargos el 14 de diciembre. Pero también sería paradójico que la Presidenta con toda su actual popularidad, apareciera en la última fotografía oficial de gabinete rodeada de ministros suplentes, probablemente los actuales subsecretarios. Tendría un alto costo político que el gobierno de Bachelet apoyara a un candidato que ni siquiera llega a segunda vuelta, el cual seguramente se pagaría en las elecciones del 2014.

La ciudadanía suele castigar cualquier intento de autoperpetuación en el poder, como ocurrió con la criticada decisión de la Cámara de Diputados de suspender las sesiones parlamentarias para poder dedicarse a sus campañas de reelección. De acuerdo a la Encuesta de Opinión Pública realizada en septiembre por Adimark, un exiguo 22% de los entrevistados aprueba la labor de la Cámara de Diputados y el 26% la del Senado. En la misma dirección, ocurre lo mismo con los partidos políticos: sólo el 28% de los encuestados aprueba la gestión de la Concertación, y el 26% la de la Alianza.

Tal como señaló Eugenio Tironi, asesor del candidato Frei -y hoy encargado de la franja presidencial-,con motivo de las incorporaciones al comando oficialista de Ángela Jeria, madre de la Presidenta y de Laura Albornoz, primera ministra en renunciar a su cargo: “Frei puso harta carne en la parrilla. Veremos ahora qué pasa”.

Porque los últimos sondeos de opinión complican la opción del senador DC, instalándose incluso la posibilidad de que no pase a segunda vuelta. Además de las muestras realizadas por La Moneda, la última encuesta Cerc señaló que habría un empate entre Eduardo Frei y Marco Enríquez Ominami. A su vez, el estudio de opinión realizado por Ipsos en octubre 2009 arrojó un empate técnico entre Sebastián Piñera y el diputado ex PS, en el contexto de una eventual segunda vuelta de las elecciones presidenciales.

Michelle Bachelet ha obtenido la más alta aprobación del Presidente de la República en estos últimos años (en septiembre 76% según Adimark y 75,8% según Imaginacción), la que también se ha extendido a su gobierno.

Por supuesto que la renuncia de los ministros es una decisión que transparenta el debate electoral, pero que revela también las actuales prioridades del gobierno: un gabinete compuesto por reemplazantes necesariamente significaría el abandono de algunos proyectos o, al menos, una pérdida de eficiencia gubernamental en los últimos meses de gobierno.

Más aún si se tiene presente que en agosto de 2006, la misma mandataria destacaba lo corto de un período presidencial de cuatro años. “Gobernaré hasta el último día de mis cuatro años de mandato”, señaló la Presidenta. Lamentablemente, en esa oportunidad no se refirió a si estaría acompañada por un gabinete titular o suplente. “No da lo mismo quién gobierne”, ha señalado la Jefa de Estado en reiteradas oportunidades, aplicable tanto para el Presidente de la República como también para sus ministros, más todavía en gobiernos de períodos cortos.

Sería lamentable que en el futuro, los gobiernos -de cualquier conglomerado- acortaran aún más sus ciclos para dedicarse a apoyar al candidato de continuidad. Significaría, en la práctica, que además de la suspensión que se auto otorgó el Poder Legislativo en períodos eleccionarios, se sumaría la inmovilización del Poder Ejecutivo, en desmedro de la gran mayoría de ciudadanos que continúa con su vida normal, ajenos al proceso electoral.

4 comentarios:

Unknown dijo...

No todos los empleados públicos estamos apoyando a Frei. Hay también quienes vamos a votar por otro candidato.

Unknown dijo...

Pero es ridículo que no emitan su preferencia política. Lo que no pueden hacer es utilizar los recursos fiscales.

Unknown dijo...

Sí, pero igual debieran estar terminando todos los proyectos pendientes. Así como el gobierno le está dando urgencia a todos los proyectos en el Congreso (lo que me parece bien), debiera hacerlo también con sus ministros.

Unknown dijo...

Ahora con los resultados de la CEP se ve que ni el ingreso de la mamá ni del hijo sirvieron para aumentar popularidad a Frei. ¿...Y si tratamos con el nieto...?