sábado, 2 de agosto de 2008

Capital social chileno


Pasar de una economía exportadora de materias primas a una economía de clusters exportadores representa un gran desafío para nuestro país, en especial por una gran debilidad: nuestro bajo stock de capital social.

Mario Waissbluth, profesor del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile, comenta en un artículo publicado en la revista Qué Pasa acerca de una sicopatología social severa que caracteriza a la sociedad chilena, expresada en una gran desconfianza interpersonal. Esta tendencia nos impediría avanzar hacia una nueva etapa de innovación y emprendimiento.
De acuerdo a una encuesta efectuada por Latinobarómetro, en Chile sólo el 9% contestó afirmativamente a la pregunta “¿diría usted que se puede confiar en la mayoría de las personas?”, porcentaje extraordinariamente bajo en comparación a otros países, tanto desarrollados como en vía de desarrollo.

La confianza interpersonal constituye un elemento de la esencia de la asociatividad, uno de los pilares que facilita el crecimiento y desarrollo de un país. Resulta necesaria, pero no suficiente, ya que el desarrollo y crecimiento económico se construyen sobre un conjunto de variables políticas, económicas, sociológicas y culturales. Sin embargo, la ausencia de confianza y colaboración entre diversos actores consolida la falta de resultados en cualquier proyecto que se emprenda.

La permanente existencia de legítimos intereses contrapuestos nos hace a menudo ponernos a la defensiva, intentando proteger nuestras posiciones, sin intentar escuchar, conocer y comprender a la contraparte. Se suele pensar que cualquier confrontación es una operación de suma cero, en que la ganancia o pérdida de un interlocutor se equilibra con las ganancias o pérdidas de los otros interlocutores.

Esto significa que dentro de los costos de vivir en una sociedad basada en la desconfianza inicial de unos hacia otros, está el subsistir en un estado permanente de alerta. Entonces se tiende a confiar solamente en la gente que se conoce, en “las redes de confianza” que se construyen como verdaderos ghettos.

En las estructuras organizacionales, la ausencia de confianza interpersonal se manifiesta principalmente en equipos de trabajo que no logran los resultados propuestos. Generalmente se tiende a hacer diagnósticos individuales, revisando y evaluando las competencias particulares de cada miembro del equipo, sin poder determinar las causas de la falta de resultados. Pero muchas veces la existencia de relaciones interpersonales inadecuadas, la falta de comunicación y el estrés propio de la vorágine laboral, impiden la concreción de equipos de trabajo eficaces.

La inserción de Chile en la comunidad internacional y su anhelo de aumentar su participación en ella, nos obliga a mejorar nuestros índices de confianza interpersonal. Sin ello, no podremos nunca constituir verdaderos equipos de trabajo capaces de enfrentar los nuevos desafíos que la globalización nos impone.

Andrés Jirón Santandreu
Gerente General
GestCom

Artículo publicado en sitio web http://www.gestcom.cl/

No hay comentarios: