martes, 16 de junio de 2009

Las encuestas y la baja participación

La inminente publicación de los resultados de la encuesta CEP ha causado un gran interés en todos los sectores políticos, empresariales y gubernamentales. Este año será decisiva, al competir tres candidatos con cifras que superen los dos dígitos en las intenciones de votos. Muchas decisiones importantes se han postergado hasta después de su publicación, lo que ratifica la relevancia que tienen las encuestas en la toma de decisiones de los partidos.

Reflejan también la trascendental decisión de los conglomerados de preferir la observación de las audiencias a distancia, con la consiguiente postergación de la construcción de relaciones a largo plazo con la ciudadanía. Se privilegia la captación del voto volátil, variable, e incluso impredecible, más que el desarrollo y posterior consolidación de un voto duro. En un año electoral, esto es totalmente comprensible. ¿Pero qué se hizo al respecto durante los últimos tres años, en el período no eleccionario?

En la última encuesta CEP (Nov Dic 2008), sólo el 16% se identificaba con la Alianza y el 24% con la Concertación. El 50% de los ciudadanos no se identificaba con ninguno de los dos conglomerados políticos. Más actual y de acuerdo a la última encuesta de Evaluación del Gobierno, efectuada recién en mayo por Adimark, tan sólo el 23% de los encuestados aprueba cómo la Concertación y la Alianza están desempeñando su labor, contra el 56% y 51% que respectivamente las desaprueban. Ese es el público cuyo voto hay que captar, en este año en que todavía es obligatorio sufragar, al menos en la teoría.

Además, existen 3,5 millones de posibles votantes no inscritos en los registros electorales, pero las campañas de inscripción no han tenido el efecto esperado. Hasta ahora, sólo se han registrado 40 mil nuevos inscritos. Será muy interesante conocer los resultados de la campaña “Mójate x Chile”, iniciada por el presidenciable RN.

Por otra parte, emblemáticos resultan los nombramientos de Sebastián Bowen y Francisco Irarrázaval en los comandos presidenciales de Frei y Piñera, ya que evidencian la falta de renovación interna dentro de los partidos políticos. A su vez, los grupos Tantauco y Océanos Azules han desarrollado vínculos con sus candidatos presidenciales, pero no con los partidos. Tensiones, e incluso enfrentamientos, se han producido entre equipos programáticos y comandos políticos.

Se ha discutido mucho sobre el mayor o menor efecto que pueden producir las encuestas sobre la opinión pública, pero también resulta importante determinar la influencia que éstas ejercen sobre las elites políticas. Validada y reconocida por diversos actores nacionales, la próxima publicación de resultados de la encuesta CEP es esperada este semestre con una enorme expectación, en atención a las importantes decisiones que se tomarán en base a ella. Llamada “la madre de las encuestas”, es la única que se realiza a nivel nacional y en forma presencial.

Entrega información sobre distintos temas y gracias a su metodología, se convierte en una radiografía de la opinión pública. Este estudio reempodera nuevamente a la ciudadanía, al lograr influenciar las campañas eleccionarias. ¿A quienes premiará y a quienes sancionará?

Todas las encuestas parecen haber cobrado en este último tiempo especial relevancia en el desarrollo de las campañas políticas, supeditando gran parte del accionar político. Numerosos son los estudios de opinión que la ciudadanía ha conocido, sin contar todas las encuestas que los partidos políticos realizan en forma reservada, sin publicar sus resultados.

La gran mayoría de ellas son telefónicas (en redes fijas), no probabilísticas y con una omitida tasa de rechazo. En consecuencia, resulta difícil hablar de muestras representativas del electorado o de un margen de error confiable. En contrapartida, pueden entregar fotografías de la opinión pública en determinados momentos, permitiendo establecer ciertas tendencias políticas.

¿Habrán encargado encuestas los conglomerados para saber por qué los jóvenes no se inscriben en los registros electorales? O aún más, ¿por qué los jóvenes no ingresan a sus partidos políticos? El éxito de los movimientos estudiantiles o la efectividad de las organizaciones sociales desmienten tajantemente que los jóvenes “no están ni ahí”. ¿O será que a los partidos no les interesa integrar más gente en sus organizaciones?

2 comentarios:

Unknown dijo...

Los partidos políticos han perdido representatividad. Están mucho mas concentrados en la retención del poder, que en la identificación de las necesidades ciudadanas. Por eso no logran entusiasmar a los jóvenes.

Unknown dijo...

Después de los resultados de la CEP, no logro entender que los 3 candidatos hayan ganado.Alguien tiene que haber perdido ¿o no? Si escuchamos sus declaraciones, todos están felices, pero es cosa de verlos nomás.