sábado, 21 de febrero de 2009

La reconstrucción de una imagen


El estadounidense Michael Phelps, ídolo mundial después de ganar ocho medallas de oro en los Juegos de Pekín’08 a los 22 años, fue sorprendido fumando marihuana con una pipa de agua. Después de la publicación de las fotografías, sus acciones comunicacionales han estado totalmente dirigidas a la reconstrucción de su reputación. El nadador se consagró en los Juegos Olímpicos de Pekín al superar el récord olímpico de Mark Spitz, convirtiéndose en el deportista que más medallas de oro ha ganado. Cuatro años antes, en las Olimpíadas de Atenas, ya había conseguido otras seis medallas de oro. Sin duda que trabajó y entrenó intensamente durante toda más de una década para asegurarse un lugar en la historia del deporte mundial. Después de esos largos años de preparación física y sicológica, de rigurosos entrenamiento y de sus exitosas participaciones en los Juegos Olímpicos de Atenas y Pekín, el campeón trató de reintegrarse al mundo y de rehacer una vida normal.

En noviembre del 2008, Michael Phelps acudió a una fiesta en la Universidad de Carolina del Sur. En la fiesta, tuvo la mala ocurrencia de inhalar marihuana en una pipa de de cristal… y fue fotografiado por alguno de los presentes. Esas fotos llegaron a manos del diario sensacionalista “News of the World”, el que las publicó. Reconocido como un ejemplo a seguir en todo el mundo y en especial por niños y jóvenes, el hecho de que apareciera consumiendo drogas constituía un grave problema en términos de manejo de imagen personal. Con importantes contratos publicitarios y de auspicios, el destacado deportista enfocó sus acciones comunicacionales a atenuar los efectos de esta crisis. Reconoció haber cometido un error, se mostró arrepentido por su comportamiento y pidió disculpas en un comunicado que publicó en el rotativo USA Today.
“Mi comportamiento fue lamentable y se debió a un error de juicio”, explicó el campeón olímpico. De esta forma, el propio Michael Phelps salió al paso de la polémica creada y confirmó la veracidad de las instantáneas. “Tengo 23 años y, pese al éxito que tuve en la piscina, actué de manera juvenil e inapropiada, muy lejos de cómo la gente espera de mí. Lo lamento mucho y prometo a mis seguidores y a todo el público que nunca volverá a suceder una cosa como ésta”, se justificó Phelps. Incluso publicó un video en un sitio web en que se disculpaba ante sus fans chinos y agradecía su apoyo. Afortunadamente el COI aceptó sus explicaciones por considerarlas sinceras y se libró de un proceso judicial, recibiendo una sanción de suspensión en competencias sólo por tres meses. Sin embargo, su imagen queda dañada y ello podría suponer un serio contratiempo de cara a sus rentables contratos publicitarios y auspicios. Antes de Beijing, Phelps recibía alrededor de siete millones de dólares sólo en conceptos publicitarios, correspondientes a auspicios de Speedo, Visa, Power Bar, Omega, Rosetta Stone, Hilton y Kellog’s. De hecho, después del escándalo ésta última anunció que no le renovaría el contrato de auspicio. Justo cuando retomaba los entrenamientos con miras al campeonato mundial de natación en Roma, Michael Phelps sufre un fuerte golpe a su imagen.
Sin duda un pecado de juventud que tendrá revertir con un certero uso de las técnicas de manejo de crisis.

Andrés Jirón Santandreu
Gerente Comercial
DB Group
http://www.dbgroup.cl/
Artículo publicado en sitio web http://www.gestcom.cl/

1 comentario:

Unknown dijo...

Lamentable fue este episodio para Phelps. Me imagino que su reinserción a la vida normal no debe ser fácil, después de tantos años de entrenamiento y sacrificio.
Es de esperar que su actitud tan honesta le permita atenuar los efectos de esta situación.