miércoles, 27 de diciembre de 2006

Explicando lo inexplicable

Ante las últimas revelaciones sobre gastos reservados, la ciudadanía ha constatado la reiterada y permanente utilización abusiva que ha hecho de ellos la clase política. Las acusaciones mutuas y descalificaciones entre los distintos partidos y personeros, sólo han servido para evidenciar una total falta de transparencia y un uso ilegítimo y sistematizado de gastos reservados durante todos los gobiernos de la Concertación, el de Pinochet y probablemente también el de Allende.

Se suma el descubrimiento de verdaderas maquinarias de malversación, que involucran nuevamente a políticos y a sus partidos. Las desviaciones de fondos se han convertido en una práctica habitual, recurrente e institucionalizada. El intento de elección “en ausencia” del presidente de una comisión investigadora del Parlamento, demuestra una vez más una intención de burlar a la opinión pública. La demora inexplicable del nombramiento de un contralor titular, por otra parte, también permite cuestionarse en forma legítima, si existe o no una real voluntad de control.

En las últimas tres décadas, Chile ha experimentado importantes cambios que le han permitido aproximarse al umbral del desarrollo. No ha sido gratis para la ciudadanía, quién ha tenido que asumir muchos de los costos políticos, económicos y sociales.

Después de 36 años de abusos e irregularidades de la clase política en materia de transparencia y probidad, hoy el ciudadano común y corriente exhorta a las actuales autoridades a que pongan término de una vez por todas a la corrupción en Chile, instalando y fortaleciendo una verdadera cultura de transparencia. Sería el primer paso para que los chilenos recuperáramos la fe en nuestra clase política.

Andrés Jirón Santandreu

Abogado MBA



Carta publicada en El Mercurio el 23 de Diciembre de 2006 y en el Diario Financiero el 26 de Diciembre de 2006.

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