lunes, 7 de septiembre de 2009

Liderazgo estratégico

El liderazgo se suele asociar a personas con características muy particulares, capaces de transformar sus visiones en realidad, motivar e involucrar a otros en un proyecto. En un mundo interrelacionado y cambiante, ese liderazgo requiere la capacidad de adaptación a nuevos entornos inciertos, en que lo planificado no necesariamente ocurre.

El liderazgo estratégico es un talento organizacional en que todos los colaboradores asumen la responsabilidad de adaptarse, cuando el entorno el entorno o las circunstancias así lo requieren. Y el líder lo que hace es ayudar a los demás a confiar en sí mismas y a atreverse a actuar. De acuerdo a la teoría de Charles Darwin, se denomina evolución a cualquier proceso de cambio en el tiempo. Esto puede llevar a la aparición de nuevas especies -en este caso, nuevas organizaciones- a la adaptación a distintos ambientes o a la aparición de novedades evolutivas.

Las organizaciones que se adapten más rápidamente, serán las ganadoras. Pero para esto será necesario que sus integrantes estén comprometidos con el objetivo común, de manera que se motiven a superar todos los obstáculos que puedan surgir. El rol de los líderes apunta a alentarlos a hacer esta evolución, evitando que el statu quo se imponga. Es en esos momentos cuando se hace imprescindible alinear a todo el sistema organizacional para que pueda cumplir el objetivo común.

Este proceso consta de cuatro etapas:

1. Diagnóstico: Entender dónde estamos, apreciando las primeras señales de cambio, descubriendo y profundizando sus causas. Es un acto complejo, que requiere dejar de dirigir la vista hacia la organización y observar cuidadosamente la interrelación de la organización con el entorno.

2. Análisis: Requiere un estudio de la información disponible, visualizando las distintas hipótesis, los diferentes cursos de acción y proyectando los potenciales efectos que pueden producirse.

3. Ejecución: Sólo una vez hecho el análisis mencionado, llega el momento de implementar colectivamente el plan de acción diseñado. La definición de quién, cuándo, dónde, qué, cómo y por qué permite avanzar en la ejecución, para siempre terminar con una posterior revisión.

4. Revisión: Generalmente no sabemos si las innovaciones introducidas son efectivas para la resolución de las situaciones. El control implica estar atento a cualquier desviación del plan estratégico, de manera de poder corregir o incentivar la conducta durante la implementación de la estrategia y no reaccionar cuando ya es demasiado tarde.

Frente a procesos colectivos y simultáneos, muchas veces se producen distintos discursos simultáneos y paralelos, que en definitiva inhiben un avance más decidido en el plan de acción. Es el líder quién debe ir despejando el camino, superando todos los obstáculos que se presenten y alineando a los colaboradores tras el objetivo común. Su objetivo principal es alinear a todos los colaboradores -de planta, subciontratados y proveedores externos- tras el objetivo corporativo.

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