jueves, 4 de noviembre de 2010

Total impunidad en derrumbe mina: aquí no ha pasado nada




La impunidad política que existe en nuestro país se encuentra amparada por omisiones de la propia clase dirigente. Malas decisiones, gestiones torpes, influencias turbias, presiones ocultas y hasta defraudaciones ilícitas quedan ocultas tras un manto de silencio de las autoridades, tanto de gobierno como de oposición.

Después de haber celebrado con profusión el rescate minero -incluso en gira presidencial a Europa-, el Gobierno decidió cerrar el tema con un simbólico acto en La Moneda, redirigiendo su agenda hacia nuevos temas como la reconstrucción del terremoto, el presupuesto 2011 o la próxima agenda laboral.

Sin embargo, antes de concluir el capítulo, debiéramos ser capaces de aprender las lecciones derivadas de esta gran tragedia. No cabe duda que la empresa y sus dueños tendrán que responder penal y civilmente por las infracciones e ilícitos cometidos. ¿Pero qué pasa con la responsabilidad gubernamental? ¿Quién y por qué autorizó la reapertura de la mina San José? ¿Qué influencias políticas intervinieron ayer para agitar aguas creando confusión y desorden, con el consiguiente provecho de empresarios? ¿Qué lobby político interviene hoy para aquietarlas, sin que se definan las responsabilidades políticas, administrativas y penales?

El Consejo de Defensa del Estado (CDE) demandó a la Compañía Minera San Esteban con el fin de recuperar los dineros gastados por el fisco de Chile en el rescate de los 33 trabajadores. Hasta ahora, se calcula que el monto adeudado asciende a $5.300 millones, más las facturas de las empresas que colaboraron en el rescate, las que podrían aumentar considerablemente esta cifra. El proceso -radicado en el 16º Juzgado Civil de Santiago-sólo pretende resarcir los gastos en que el Estado incurrió en el rescate. Pero si desde ya se sabe que la minera San Esteban no podrá pagar los finiquitos de sus trabajadores, ¿existirá alguna posibilidad real de recuperar los dineros gastados en el rescate? ¿O esta demanda del CDE es sólo un saludo a la bandera, una simple señal comunicacional?

Asimismo, el 17º Juzgado Civil lleva otro proceso, en el que se propone arrendar la mina San José para evitar la quiebra de la empresa minera, y así pagar a acreedores (entre ellos todos sus trabajadores). En el hipotético caso que se solucionara el problema civil, ¿alguien buscará determinar alguna responsabilidad penal, administrativa o política?

Salvo la ilusa demanda del CDE, ¿hay alguna otra acción que busque investigar las causas de la reapertura de la mina? ¿O el que los 33 mineros hayan sido rescatados con vida extingue cualquier responsabilidad civil, penal, administrativa o política? ¿Hubiera sido distinto con la muerte de alguno?

De hecho, el Poder Judicial se ha centrado sólo en recuperar los dineros estatales. Por otra parte, los mineros rescatados han anunciado una querella contra la minera San Esteban y el fisco, pero ésta aún no se concreta.

El Poder Ejecutivo parece haber cerrado la agenda del rescate, y se centra ahora en otros temas. El ministro Golborne se enfrenta ahora a las críticas recibidas por el proyecto de ley que flexibiliza exigencias del cierre de faena y administración de desechos tóxicos, centrándose en ese tema y desplazándose la atención de la opinión pública.

El Poder Legislativo, siempre tan prolífico para constituir comisiones investigadoras, ha guardado un discreto -¿sospechoso?- silencio. Ni siquiera los senadores Isabel Allende (PS) y Baldo Prokurica (RN) -ambos tan participativos en el rescate- han emitido alguna declaración que indique siquiera una intención de dilucidar qué pasó con la reapertura de la mina San José, en que indudablemente estuvieron involucradas autoridades de su circunscripción.

Ante la pérdida de credibilidad de las comisiones investigadoras -en que parlamentarios parecen sólo defender posiciones de sus conglomerados- , las hasta ahora acciones judiciales limitadas a resarcir perjuicios y gastos, la rápida decisión del gobierno de enfocarse en otros temas y el absoluto silencio de las autoridades de la Región de Atacama, sólo queda recurrir a la sociedad civil-cada vez más empoderada y autónoma- para que averigüe qué fue lo que pasó en la reapertura de esta mina. ¿Qué influencias administrativas o políticas tuvieron que intervenir para que ésta se reabriera? ¿Fue a nivel regional, o también se tuvo que intervenir a nivel central?

Si la posibilidad de recuperar los $5.300 millones (más gastos de empresas que colaboraron) es remota, significa que una vez más seremos los contribuyentes quienes tendremos que financiar la exitosa operación de rescate. Ok, indudablemente valió la pena y los 16 millones de chilenos lo haríamos nuevamente. Pero, al menos, queremos saber quiénes fueron responsables política, administrativa y penalmente en la reapertura de la mina San José. Y para esto, al parecer, las instituciones no funcionan…

¡¿Será necesario que CNN Chile y Ciper investiguen la reapertura de esta mina y aclaren este tema a la opinión pública, tal como lo hicieron con los relaves mineros?!
Columa publicada en La Tercera Online

martes, 26 de octubre de 2010

La imprudente invitación de Aguas Andinas





La reciente denuncia sobre el viaje de parlamentarios y ediles chilenos a la Expo Shanghai -invitados y financiados por la empresa Aguas Andinas- confirma la impunidad de las presiones que efectúan las empresas privadas a nuestras autoridades. La permanente reticencia a legislar sobre la regulación del lobby agrava aún más esta falta absoluta de control.

Además, revela la inoperancia de la Comisión de Ética y Transparencia de la Cámara de Diputados ante el accionar de una empresa privada, al no impedir que se concrete el viaje. Por otra parte, ratifica que los parlamentarios continúan exponiéndose innecesariamente al cuestionamiento de la opinión pública, confirmando la pobre reputación corporativa del Congreso, a pesar de todos los intentos por mejorarla. De hecho, el último Informe mensual que realiza Adimark (septiembre de 2010) refleja los bajos índices de aprobación ciudadana del desempeño de la Cámara de Diputados (34%) y del Senado (41%).

Por tratarse de una actividad regulada por el Estado, la invitación de Aguas Andinas a un grupo de parlamentarios y alcaldes sólo despierta suspicacia respecto a la proclamada independencia de nuestras autoridades políticas. En un futuro cercano, necesariamente deberán debatir leyes sobre el uso de recursos hídricos o su aplicación. Su independencia podría verse seriamente afectada en sus decisiones: cualquier votación -sea cual sea ésta- sobre estos temas despertará sospechas en la opinión pública. Más aún, en el caso de los legisladores, la prohibición de ingreso de público a las comisiones de trabajo y el secreto de las grabaciones y apuntes de las sesiones, impedirán conocer además el tratamiento que le den a estos temas los legisladores cuestionados en toda la etapa de discusión, aún cuando después se inhabiliten para votar.

Por otra parte, las indicaciones dadas por la Comisión de Ética y Transparencia de la Cámara de Diputados sólo constituyen un saludo a la bandera, las que no evitarán futuros conflictos de intereses en la dictación de normas y resolución de controversias entre usuarios y la empresa sanitaria: 1) propone publicar el viaje en el sitio web de los legisladores, de manera que sea conocido por los ciudadanos (presumiendo un inusitado tráfico de visitas) y 2) recomienda abstenerse de participar en futuros procesos de decisión que afecten intereses particulares de Aguas Andinas (¿y cuando se afecten derechos ciudadanos?). El reactivo -y tardío- cambio al código de ética para regular viajes de legisladores sólo demuestra el potente efecto de la fiscalización ciudadana, más que la lírica auto regulación.

El 9 de octubre, estos invitados partieron a la Expo Shanghai, generosamente -y grandiosamente- invitados por Aguas Andinas. Entre ellos, estaban los senadores Andrés Allamand (RN,) Jovino Novoa (UDI) y Fulvio Rossi (PS),los diputados Patricio Hales (PPD), Felipe Harboe (PPD), Roberto León (DC), Cristián Monckeberg (RN) y Gonzalo Uriarte (UDI), además de los alcaldes Johnny Carrasco (PS), Nora Cuevas (San Bernardo), Sol Letelier (Recoleta), Manuel José Ossandón (Puente Alto), Claudio Orrego (Peñalolén) y Pablo Zalaquett (Santiago).

Todos los gastos de transporte -primera clase-, alojamiento, alimentación y viáticos fueron íntegramente pagados por Aguas Andinas, además de todas las expediciones turísticas efectuadas durante la estadía. Indudablemente este viaje compromete la independencia de estas autoridades en la dictación de futuras normas y en la resolución de cualquier conflicto que pudiera ocasionarse entre sus representados y la empresa sanitaria.

La persistente negativa a legislar sobre la regulación del lobby ya se ha convertido en una constante en los últimos diez años de nuestro país. A pesar de las múltiples declaraciones -tanto del Poder Ejecutivo como del Legislativo- acerca de la necesidad de legislarlo, el tema periódicamente se instala en el discurso político, pero sin llegar a concretarse en alguna norma específica.

La ciudadanía ha escuchado de muchas agendas presentadas por distintos gobiernos, de probidad, transparencia o modernización del Estado, sin ningún resultado concreto. Son cinco los proyectos de ley sobre regulación del lobby presentados en el Congreso: dos se encuentran archivados (Boletines 3498-07 y 3337-07) y tres en tramitación, los que ya no avanzan en el Congreso: Boletín 6189-06, el que se encuentra en segundo trámite constitucional, y teniendo como último trámite el retiro de la urgencia simple el 8 de marzo de 2010; Boletín 4621-07, en primer trámite constitucional y como último trámite el retiro al proyecto del patrocinio del diputado Roberto León el 2 de noviembre de 2006; y el Boletín 3407-07,en discusión de veto en la Cámara Revisora del Senado, con un último trámite de retiro de discusión inmediata el 11 de septiembre de 2008.

Es de esperar que ahora, con las profundas reformas políticas que pretende realizar el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, se incluya finalmente un proyecto de ley sobre regulación del lobby. En caso contrario, se podría sostener legítimamente que este nuevo gobierno se suma a todas las autoridades que se han negado a legislar hasta ahora sobre este tema.
Columna publicada en La Tercera Online

miércoles, 20 de octubre de 2010

Relación incestuosa: Poder Legislativo y Poder Judicial


Mientras la ciudadanía contemplaba expectante la operación del rescate minero, una noticia pasaba prácticamente desapercibida: la simple suspensión de un procedimiento penal. Pero este inadvertido hecho evidencia la difícil relación existente entre el Poder Legislativo y el Judicial, confirmando la existencia de una oscura zona a la que la opinión pública no puede acceder.

El reciente anuncio de la suspensión del procedimiento en contra de la diputada Claudia Nogueira (UDI), sólo comprueba las dificultades para terminar los procesos contra parlamentarios con una sentencia definitiva –ya sea absolutoria o condenatoria-. Cabe recordar que en abril de este año, la diputada fue formalizada ante el Tribunal de Garantía de Valparaíso por cuatro delitos de fraude al fisco en una suma total de $ 30.283.103. En el proceso se estableció que la diputada contrataba servicios que no se realizaban, pero que igual se cobraban al Departamento de Administración y Finanzas de la Cámara. Una vez pagados, los “prestadores” le depositaban los montos en su cuenta corriente -previa retención del impuesto correspondiente-, defraudando de esta forma al Estado y a todos nosotros los contribuyentes.

Para lograr este acuerdo de suspensión condicional, la diputada del distrito 19 (Independencia y Recoleta) debió devolver al fisco el total del monto involucrado (un poco más de 30 millones de pesos), además de pagar cinco millones adicionales a Un Techo para Chile y quedar sujeta a firma mensual en la fiscalía por los próximos 18 meses.

El caso inicialmente produjo gran revuelo por varias razones: 1)planteó un conflicto de competencia acerca de la fiscalización de asignaciones parlamentarias (¿justicia ordinaria o Comisión de Ética Parlamentaria?); 2)por primera vez la Corte Suprema autorizó el alzamiento del secreto bancario respecto de la cuenta bipersonal que la diputada mantenía a su esposo, Gonzalo Cornejo, ex alcalde de Recoleta; y 3)porque se rumoreaba que Nogueira basaría su defensa en la gran cantidad de diputados que también incurrirían en prácticas similares y que, por lo tanto, su acción no constituiría un ilícito.

En otro proceso similar, hace pocos días el diputado Jorge Sabag (DC) anunció que presentaría un escrito ante el Fiscal Nacional, Sabas Chahuán, con el objetivo de sacar al fiscal Jorge Abbott de la investigación llevada en su contra (en que se investigan supuestas irregularidades en el arriendo de una de sus sedes distritales). ¿Los parlamentarios pueden escoger a los fiscales de sus causas?

En abril, el ex diputado René Aedo (RN) también llegó a un acuerdo con el Ministerio Público para la suspensión condicional del proceso judicial por negociación incompatible que se llevaba en su contra. El parlamentario cobraba dinero al fisco por el arriendo de una sede parlamentaria en Copiapó, propiedad de una sociedad médica formada por él y su esposa. Para detener el juicio, el ex representante de Atacama devolvió $ 10 millones de pesos al Fisco, entregó $ 1 millón de pesos a Un Techo Para Chile y debe firmar cada tres meses durante un año en la Fiscalía de Caldera.

En noviembre pasado, el mismo fiscal Jorge Abbott formalizó al ex diputado Maximiano Errázuriz (RN) por los delitos de fraude al fisco y uso malicioso de instrumento privado falso, para aparentar pagos para el supuesto arriendo de sedes parlamentarias. Recién en julio, el fiscal presentó una acusación ante el Juzgado de Garantía de Valparaíso, pidiendo siete años de prisión. Después de casi un año, el proceso continúa en tramitación.

El artículo 237 del Código Procesal Penal establece que “el fiscal, con el acuerdo del imputado, podrá pedir al juez de garantía la suspensión condicional del procedimiento”. ¿Fue el Ministerio Público quién la solicitó? ¿Y en base a qué? Estas interrogantes surgen con mayor fuerza en la ciudadanía ante la ausencia de declaraciones del fiscal involucrado, de la presidenta de la Cámara, de miembros del Poder Judicial o del Ejecutivo o del Consejo de Defensa del Estado (CDE), con querellas interpuestas en contra de estos legisladores. ¿Qué pugna de poderes impide al Poder Judicial terminar con un fallo los procesos contra parlamentarios? ¿O es que nuestra justicia en general se dedica a negociar con los inculpados?

Después de los programas televisivos “Informe Especial “y “Contacto” (éste último todavía no emitido) las investigaciones del fiscal Abbott causaron una gran preocupación y molestia en el Congreso, acusándolo incluso de promover una “caza de brujas”. Pero a pesar de la gran visibilidad de estos procesos judiciales, ningún tribunal ha dictado una sentencia que aclare los casos a la opinión pública. Teniendo en cuenta que el Fiscal Regional de Valparaíso, Jorge Abbott, termina su período de ocho años el 28 de diciembre, habrá que confiar que su sucesor sea quién se atreva a ponerle el cascabel al gato.
Columna publicada en La Tercera Online

lunes, 27 de septiembre de 2010


El rechazo de la última oferta del gobierno complejiza aún más la difícil situación en que se encuentra el conflicto mapuche. Contrasta el manejo gubernamental de esta crisis, provocada por 34 comuneros en huelga de hambre en las regiones del Bío Bío y de la Araucanía, con la conducción del rescate vivido por 33 mineros accidentados en la Región de Atacama. Esto confirma que el principal activo del Gobierno está en la gestión y no en las comunicaciones.

¿Dónde está “el Golborne” de la huelga de hambre mapuche? ¿Quién asume la responsabilidad –política, operativa y comunicacional, tal como lo hizo el ministro de Minería – del resultado de esta operación? ¿El Presidente Piñera; el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter; el ministro Secretario General de la Presidencia, Cristián Larroulet; el ministro de Planificación, Felipe Kast o la jefa de asesores de La Moneda, María Luisa Brahm? ¿O ninguno, como en estos últimos 20 años?

Jorge Navarrete señala en una columna sobre el conflicto indígena, Mala memoria y poca vergüenza, “el rotundo fracaso de una política pública, que lejos de contribuir a la solución del problema, lo perpetuó -cuando no agudizó- durante las dos décadas que estuvimos en el gobierno”. Sin embargo, al menos las potentes maquinarias comunicacionales de La Moneda siempre fueron capaces de apagar los conflictos provocados por grupos de mapuches: intervención de La Moneda en conflicto de Mininco(2000); reacciones a la muerte de Matías Catrileo (2008) o actos de violencia que motivaron el nombramiento de José Antonio Viera Gallo como ministro coordinador de temáticas indígenas (2009). De alguna manera, los gobiernos de la Concertación siempre pudieron contener comunicacionalmente lo que no podían solucionar por gestión, postergando y aplazando la resolución del conflicto.

En este caso, la situación ha sido a la inversa. La extraordinaria capacidad de gestión -demostrada por el ministro Golborne en el rescate minero -no ha se ha visto en esta crisis. Esta huelga de hambre logró hacerse cada día más urgente, compleja y con una mayor adhesión ciudadana.

Inicialmente, la estrategia gubernamental fue ignorar el conflicto, rechazando el diálogo: “el el gobierno no negocia bajo presión”. Pero, cerca del Bicentenario, la huelga de hambre se convirtió en una amenaza que podía aguar la fiesta. Incluso dañar la imagen externa, ya que en un planificado viaje a EE.UU, el mandatario participaría en la Asamblea General de la ONU: abogaría por que Chile se mantuviera en el Consejo de Derechos Humanos. Por eso, el anuncio del Presidente Piñera de conformar una mesa de diálogo para tratar el tema mapuche, hizo pensar a nivel internacional que también se incluiría la situación de los huelguistas. Fue Felipe Kast, ministro de Planificación, quién aclaró que se trabajaría en dos frentes paralelos (la instalación de la mesa de diálogo en Cerro Ñielol ya concluyó sin ningún acuerdo concreto).

La extensa duración de la protesta, la instalación en la agenda pública de la problemática de pueblos originarios, la alta visibilidad internacional y la necesidad de incorporar otros interlocutores –Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial e Iglesias católica, evangélica y anglicana- demostraron la incapacidad gubernamental de controlar y desescalar la crisis.

Por el contrario, la gestión comunicacional mapuche ha sido excepcional. Hacer coincidir – ¿fortuito?- el período más álgido con la fiesta del Bicentenario, fue un gran acierto comunicacional. En 1981, Bobby Sands murió en Irlanda del Norte a los 27 años, después de 66 días de huelga de hambre. En 2007, en Chile, Patricia Troncoso Robles, conocida como La Chepa, puso fin a su huelga de hambre después de 112 días de ayuno. En consecuencia, la fase crítica de una huelga comenzada el 12 de julio probablemente coincidiría con nuestro aniversario patrio, empañando la celebración tan esperada.

Aún más, una semana antes de Fiestas Patrias, el desalojo de cuatro diputados de oposición dio la visibilidad necesaria. Luego la designación de voceros, en especial de Natividad Llanquileo, y el envío de una carta a Ban Ki Moon, Secretario General de Naciones Unidas, confirmaron la profesionalización comunicacional del grupo de presión.

Actualmente, la estrategia del Ejecutivo intenta establecer la responsabilidad de los comuneros. En San Francisco, EE.UU, el Jefe de Estado calificó de “intransigente” la actitud de los huelguistas. “El Gobierno ha hecho todo lo posible. Ha buscado todos los caminos del diálogo, del entendimiento y de la acción. Y desgraciadamente todos estos pasos y gestos de parte del gobierno no han tenido una respuesta fecunda de parte de los comuneros en huelga. Más bien ha sido una actitud muy intransigente”.

Mientras el conflicto no se estabilice, será imposible acordar una solución para esta apremiante crisis. Según el Arzobispo Ezzati, las peticiones de los huelguistas son claras: fin al doble enjuiciamiento, al uso de testigos protegidos y que los comuneros no sean procesados por la Ley Antiterrorista. Sin embargo, falta quién logre articular los intereses involucrados y preparar al gobierno en los costos que necesariamente tendrá que pagar, independiente de la forma en que termine la huelga. Peor aún, mientras ésta no se termine, será imposible comenzar el verdadero debate sobre la situación del pueblo mapuche.

Columna publicada en La Tercera Online

martes, 14 de septiembre de 2010

Políticas indígenas: tanto personaje y tan poco resultado


A pesar de todas las manifestaciones políticas que han hecho los pueblos originarios en nuestro país, las respuestas siempre han sido evasivas, difusas y poco específicas, quedando la mayoría sólo en el discurso sin concretarse en hechos verdaderos. La incorporación de cuatro diputados de oposición a la huelga de hambre mapuche sólo símboliza el intermitente, incompetente e ineficaz apoyo de las autoridades, que aparte de figurar ante la opinión pública, no aporta ninguna solución concreta.

Ya en noviembre de 2003, el informe del Relator Especial de la ONU, Sr. Rodolfo Stavenhagen, sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas concluía con importantes recomendaciones al gobierno de Ricardo Lagos. En abril de 2009, un nuevo informe de otro Relator Especial de la ONU, Sr. James Anaya, daba nuevas recomendaciones sobre el tema al gobierno de Michelle Bachelet.

Es así que en septiembre del mismo año, la mandataria anunció el envío de un proyecto de ley que creaba el Ministerio de Asuntos Indígenas, la Agencia de Desarrollo Indígena y el Consejo de Pueblos Indígenas. El proyecto fue firmado además por los ministros de Planificación, Paula Quintana, de Hacienda, Andrés Velasco, y el Secretario General de la Presidencia y ministro coordinador de la política indígena del Gobierno, José Antonio Viera Gallo. Sin embargo, una vez finalizada la ceremonia -con toda la cobertura de prensa correspondiente-, la iniciativa nunca prosperó.

A los pocos días –y a poco de las elecciones parlamentarias- , el Poder Legislativo también anunció la creación de una Comisión Permanente De Asuntos Indígenas. Sus autores, los diputados De Urresti (PS), Farías (PPD), Jaramillo (PPD), Ojeda (DC), Quintana (PPD), Saa (PPD), Sabag (DC), Eugenio Tuma (PPD)y Venegas (DC), señalaban que esta comisión permanente podría dedicarse a legislar en materia de asuntos indígenas, dada la importancia del tema y del porcentaje de la población involucrada. Lamentablemente, la iniciativa quedó congelada desde su presentación (boletín 6720-16).

Debido a esto, la controvertida decisión de parlamentarios de sumarse a la huelga de hambre mapuche ha sido vista como un acto comunicacional que sólo desvía el foco de la discusión principal. Su posterior desalojo -ordenado por el ministro Hinzpeter- no ha atenuado la acusación de show mediático ante la opinión pública.

Por esta razón, resulta oportuno conocer la labor realizada por los cuatro diputados involucrados –Aguiló (PS), Gutiérrez (PC), Jiménez (PPD) y Monsalve (PS)- en la última semana , en especial atendiendo que son financiados por todos los chilenos:

Ver votaciones en publicación La Tercera Online

Causa extrañeza que diputados elegidos por la ciudadanía para una labor parlamentaria, se auto arroguen el derecho a ausentarse de las labores habituales para los que fueron elegidos por la ciudadanía, optando en cambio por defender una causa específica -legítima o no legítima-, pero que no necesariamente representan a sus electores. Más aún, cuando varios de ellos no tienen ninguna relación con las zonas en conflicto, pero sí representan a distritos afectados por el último terremoto y con problemas aún por resolver.

En consecuencia, la autónoma decisión de los miembros de la Cámara Baja de continuar la huelga de hambre en la sede de la CUT de Temuco, implica un manifiesto abandono de sus funciones. Sin embargo, continúan recibiendo sus sueldos pagados por todos los chilenos. Sería interesante conocer al respecto la opinión de sus votantes y del resto del país.

Columna publicada en La Tercera Online

lunes, 30 de agosto de 2010

Votación parlamentaria sobre demandas colectivas por mala calidad de construcciones


Habiendo transcurrido más de seis meses desde el fatídico terremoto y maremoto del 27 de febrero, las críticas sobre el proceso de reconstrucción continúan, principalmente dirigidas contra el Poder Ejecutivo, pero olvidando a los otros poderes del Estado.

A pesar de que el Presidente Piñera destacara que Chile superó la tragedia del terremoto, miles de propietarios de viviendas destruidas continúan sin una solución, envueltos en una permanente situación de desamparo y olvido. Después de casi seis meses -y acallado el impacto del programa Informe Especial del 29 de julio-todavía se siguen investigando las responsabilidades criminales, civiles, administrativas y políticas, sin resultado concretos aún.

Sólo la Fiscalía de Constitución pidió la formalización de 12 ex funcionarios del Serviu por el derrumbe de un edificio en esa ciudad. En Santiago, recién el 16 de septiembre se realizará la audiencia de formalización del representante legal de los edificios Don Tristán y Don Luis, colapsados en la comuna de Maipú. Inexplicablemente, en Concepción, las licitaciones para las demoliciones comenzarán en octubre.

Mientras Sernac sigue aún al mando de un director interino, la vulnerabilidad del consumidor queda patente con las consecuencias provocadas por el terremoto del 27 de febrero último. En especial, respecto a las deficiencias en el diseño o ejecución de obras inmobiliarias, que hasta ahora continúan en la más completa impunidad. La legislación actual sólo permite que estas causas se tramiten como juicio sumario, sin contemplar la posibilidad de ejercer acciones colectivas.

Ante esto, la senadora Soledad Alvear presentó un proyecto de ley (boletín 6841-14) que modifica el artículo 19 del decreto con fuerza de ley N° 458, de 1975, Ley General de Urbanismo y Construcciones. Con esto, se pretende que el procedimiento especial para la protección de intereses colectivos o difusos -consagrado en la ley N° 19.496- se aplique a los juicios por daños o perjuicios en la calidad de las construcciones, siempre que compartan un mismo permiso de edificación. De esta manera, las personas afectadas que no hayan ejercido sus acciones podrán acreditar el interés común y beneficiarse de la sentencia.

La iniciativa fue aprobada en general en el mes de julio por el Senado, y ahora por la Cámara de Diputados, con 90 votos a favor, 4 en contra, 3 abstenciones y 0 dispensados.
Ver votación parlamentaria

Sería interesante que la opinión pública conociera las razones en que se basaron las votaciones de los diputados, en especial de aquellos que votaron en contra, se abstuvieron o simplemente no votaron. Las víctimas del colapso de viviendas durante el último terremoto, todavía esperan herramientas legales que les faciliten el ejercicio de sus acciones civiles, penales, administrativas y políticas, de manera de evitar la impunidad de los responsables en que hasta se encuentran.
Columna publicada en La Tercera Online

jueves, 5 de agosto de 2010

Resultados encuesta CEP: ¿Problemas de gestión o comunicacionales?




Una excelente comunicación jamás podrá ocultar una mala gestión. Tarde o temprano, la verdad se sabrá y quedarán en evidencia las omisiones, faltas y errores cometidos. Pero asimismo, una gestión de excelencia tampoco podrá brillar sin una adecuada comunicación. Por eso, la última encuesta CEP se convierte en una importante señal de alerta para el equipo comunicacional de La Moneda.

Aunque la cifra de aprobación del Presidente Piñera (45%) es similar en el sondeo a la obtenida por los ex presidentes Lagos y Bachelet en su primera encuesta, contrasta fuertemente con la aprobación del Gobierno, que ostenta un sólido 60%. Además de ser el mandatario con menor apoyo -en este sondeo- en los últimos 20 años, su nivel de desaprobación es del 29%, cifra peligrosamente cercana al tercio de la población.

Con una cifra levemente superior, el 35% de los encuestados responsabiliza de la mala situación económica del país al deficiente manejo de las políticas económicas del gobierno actual, distanciándose en forma importante de la atribución a otras causas: mal manejo de las políticas económicas del gobierno anterior (20%), crisis económica internacional (20%) y efectos económicos del terremoto (19%). Por otra parte, el 46% cree que la situación económica de Chile no cambiará en los próximos 12 meses, el 51% estima que el país está estancado y el 32% desaprueba la forma en que el Presidente Piñera y su equipo económico están manejando la economía (versus al cercano 39% que la aprueba). Tal como los resultados de la última encuesta CASEN resultaron un balde de agua fría para el gobierno de la ex Presidenta Bachelet, esta evaluación refleja la baja percepción ciudadana de la acción del gobierno en el ámbito económico.

Dentro de las evaluaciones positivas, ante las presiones de instituciones, grupos y personas con que se ha desempeñado el actual gobierno, el 46% piensa que ha actuado con firmeza y el 49% con destreza y habilidad. Sin embargo, estos atributos del mandatario han experimentado una baja en estos meses. Como referencia, en la Evaluación de Gestión del Gobierno, realizada por Adimark en marzo pasado, el Presidente Piñera asumió su mandato con una excelente evaluación ciudadana: capacidad para solucionar problemas del país (79%), autoridad (77%) y habilidad para enfrentar situaciones de crisis (76%).

Resulta evidente el desgaste que ha sufrido la imagen presidencial y algunas de las políticas públicos en estos primeros cuatro meses de gobierno. Frente a este hecho, surge la siguiente pregunta: ¿son problemas de gestión o comunicacionales? Sin lugar a dudas, se trata de una combinación de ambos, que requiere un certero diagnóstico para mejorar la percepción ciudadana.

En cuanto a la gestión, la tirante relación entre gobierno y oposición ha crispado el ambiente, dificultando la tramitación de nuevos proyectos legislativos. La acusación de una arremetida en contra de la ex Presidenta Bachelet, imputaciones en contra de su gobierno por entrega de recursos a ciertas ONG, rechazo del royalty minero, atribución inicial del Jefe de Estado a la dilapidación de recursos públicos, programas sociales ineficientes y a la corrupción en el aumento de la pobreza, sumado a la falta de mayoría parlamentaria, han restablecido la antigua pugna del Si y el No. El importante impulso provocado por el Mensaje Presidencial del 21 de mayo no fue lo suficientemente duradero. Pareciera que el efecto inicial se hubiera diluido ante la contingencia diaria.

La estrategia comunicacional se ha visto absolutamente sobrepasada por la cantidad y diversidad de situaciones. A pesar del permanente monitoreo que hacen en La Moneda de la opinión pública, los errores comunicacionales no forzados han sido muchos en este gobierno. Críticas como la falta de relato común entre gabinete y parlamentarios de gobierno; el cuestionado estilo presidencial; el debilitamiento de la imagen de gobierno realizador; el nuevo formato de vocería, más técnico que político; la ausencia de atribuciones de la Secom; la zigzagueante agresividad en las respuestas a los ataques de la oposición; las descalificaciones entre ministros y organizaciones civiles o las contradicciones entre miembros del gabinete, de alguna manera han hecho perder efectividad y credibilidad a la acción gubernamental. Incluso, a pesar de la petición del mandatario a los senadores oficialistas de evitar críticas al Gobierno a través de la prensa, el senador Allamand hizo algunas recomendaciones sobre la mejoría de la gestión comunicacional.

La reciente filtración del instructivo de la Secretaría de Comunicaciones, tampoco contribuyó a mejorar el clima político. La débil defensa no logró desescalar el conflicto, tensionando aún más el ámbito gubernamental. Por eso, el reciente almuerzo sostenido entre el Presidente Piñera y el senador Frei abre la posibilidad de reponer un clima de normalidad entre gobierno y oposición. Es de esperar que estas intenciones no sólo queden en declaraciones, sino que se concreten en hechos reales. Pero para esto se requieren mayores exigencias a la estrategia comunicacional del gobierno.

Columna publicada en La Tercera Online: http://blog.latercera.com/blog/ajiron/entry/resultados_encuesta_cep_fracaso_de