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jueves, 27 de agosto de 2009

Gestión del comportamiento de las personas

En las empresas de servicios, el papel que cumplen los colaboradores es fundamental en su entrega. Para esto, resultan fundamentales el diseño, implementación y control de los procesos y sistemas que intervienen en la entrega del servicio que se hace a los clientes.

El soporte entregado por los sistemas y el apoyo recibido de la organización validan o desvirtúan cualquier esfuerzo que haga un colaborador en la entrega del servicio. Una buena voluntad, una capacidad empática o un intento de minimizar la situación no impiden una drástica calificación de parte del usuario.

La percepción de valor de servicio por parte de cliente se constituye en base a varios componentes esenciales, entre los cuales se encuentra la calidad del producto y el comportamiento de las personas. Temas generales de la organización, como el clima organizacional, los lineamientos en recursos humanos y los liderazgos de los equipos de trabajo influyen indirectamente en la construcción de esta percepción.

Las organizaciones deben visualizar las estructuras y los procesos como factores coadyuvantes del desempeño de las personas y sus interacciones. Esto debe ser implementado desde las etapas de reclutamiento y selección, en la búsqueda de candidatos que comprendan y reflejen los valores de la organización. Es decir, además de los conocimientos, se evalúan habilidades y actitudes específicas de los potenciales trabajadores.

En segundo término, en los procesos de inducción y entrenamiento, además de la capacitación técnica, será necesario adecuar y alinear las competencias conductuales y actitudinales. Es decir, durante este período se deben instalar y perfeccionar los valores, actitudes y comportamientos que favorezcan y consoliden la cultura corporativa.

En cuanto a la estructura de compensaciones, que incluye remuneraciones y recompensas, es vital que exista una perfecta claridad de las reglas. Su no aplicación o una interpretación errada pueden producir severos daños en el clima organizacional, contaminando también la entrega del servicio al cliente. Por eso, deben estar dirigidas a motivar comportamientos que agreguen valor al cliente.

Los sistemas de evaluación de desempeño generan información fundamental para la evaluación de procedimientos y colaboradores de la organización y su efectividad. En consecuencia, siempre será conveniente conocer las opiniones de los clientes sobre el servicio recibido y sus conductas posteriores (repeticiones, recomendaciones, referidos, etc.).

Por último, es importante recordar que las bases de una organización, que están en una relación directa con los clientes, son quienes mejor conocen sus necesidades. De ahí entonces que toda la empresa debe alinearse para apoyar y servir al primer escalón de la pirámide invertida, todos aquellos que se contactan en estos momentos de verdad con los clientes.

El rol de las personas es trascendental en la calidad del servicio y, por lo tanto, requieren una constante revisión de las estructuras, procedimientos y jerarquías que permitan una permanente adecuación al cumplimiento de los objetivos estratégicos de la organización.

Andrés Jirón Santandreu

Gerente General

miércoles, 20 de mayo de 2009

Influencia de los medios de comunicación internos


Por regla general, los medios internos de una organización sirven para informar, comprometer e involucrar a sus audiencias internas. La teoría de los efectos limitados o de la influencia personal, de Katz y Lazarsfeld, sociólogos de la comunicación, se aplica en gran parte a las comunicaciones internas de una organización.

Tradicionalmente, los efectos de los medios masivos se pueden analizar desde tres puntos de vista:

1. Audiencia: El alcance que tiene un mensaje en una organización. Se estudia a cuántos o a quiénes lo reciben dentro de ella.
2. Contenido: Cualquier texto, imagen o sonido publicado a través de un medio de comunicación. Se analiza el lenguaje, lógica y disposición del mensaje comunicado.
3. Efecto o impacto: Relacionado necesariamente con los puntos anteriores, analiza los intentos de los medios de influir en las opiniones y actitudes a corto plazo.

Desde una visión del efecto o impacto de la comunicación masiva, ésta es un proceso complejo. En consecuencia, el estudio de los pasos intermedios permite una mejor comprensión de las campañas internas y de la secuencia de eventos y variedad de factores que intervienen entre el estímulo de los medios internos y la responsabilidad individual de los colaboradores.

Los efectos de los medios internos de una organización pueden estudiarse en gran medida desde la perspectiva del análisis de la relación existente entre la comunicación masiva y la comunicación interpersonal, desarrollado por Elihu Katz y Paul Lazarsfeld en su libro Influencia personal: El papel de la gente en el flujo de comunicación de masas.

El estudio permite incluir el análisis del espacio público de una organización como el ámbito de interacción entre medios, individuos y comunidad, así como los procesos de formación de la opinión y la acción. Los distintos medios internos de una organización -en su sentido más amplio- confirman o consolidan los procesos de formación de criterios alcanzados por los entornos sociales de las personas. En esto, la teoría de la comunicación en dos escalones se puede aplicar al interior de las organizaciones como proceso de influencia, reconociendo un “grupo primario” o grupo de liderazgo.

Este conjunto de personas es determinante en la formación de opinión, ya que recibe y procesa la información de parte del (los) emisor(es), interactuando con él (ellos) y produciendo una segunda mediación o proceso de influencia hacia el resto de los colaboradores de la organización.

Hay cuatro variables que intervienen entre los medios y las audiencias, modificando –facilitando o bloqueando- los efectos de la comunicación: exposición, medio, contenido y predisposiciones.

1. Exposición: Acceso o atención producto de factores tecnológicos, políticos, económicos y voluntarios. De ahí la importancia de poner atención en involucrar a todos los individuos, en especial a los más aislados en la organización, no sujetos a la comunicación directa o indirecta con los líderes.
2. Medio: El proceso de persuasión es modificado por el canal que entrega el mensaje. Según se trate de lenguaje oral, escrito, audiovisual o a través de internet, los efectos específicos producidos en las audiencias son distintos.
3. Contenido: Se refiere a la forma, presentación, lenguaje, etc. que producen diferencias en los procesos sicológicos intervinientes –y de esta manera, en sus efectos–, concentrándose en los estímulos que provocan.
4. Predisposición: Actitudes o predisposiciones sicológicas de los miembros de la audiencia, que pueden modificar completamente el significado de un mensaje. Se incluyen las actitudes sobre los medios y sus fuentes.

Ha surgido una nueva variable, insinuada por Katz y Lazarsfeld, correspondiente a las relaciones interpersonales. El carácter de éstas y el ambiente social siempre están incorporados en la respuesta de un colaborador a una campaña interna. En el estudio de una organización, siempre debe considerarse las comunicaciones de masas microscópicas y las relaciones sociales microscópicas.

La presión social es de enorme importancia en la motivación de las personas para exponerse y ser receptivos a la influencia de las comunicaciones. Las personas rechazarán una comunicación que los separe de su grupo, reforzando el relevante rol que juegan las personas en una comunidad. Pero siempre será necesario que exista un “mecanismo social”, sicológica y físicamente cercano, que permita la conversión de las motivaciones en acciones.
Ciertas personas de una comunidad desempeñan un rol preponderante en la entrega de información y en la influencia de decisiones, determinando la forma en que las personas componen su mente.

A su vez, los medios –copresenciales, escritos o audiovisuales- de una organización influencian mucho más a estos líderes de opinión que al resto de la gente, influyendo luego los primeros a los segundos y constituyendo el flujo de las dos etapas de la comunicación.

Pero los líderes no forman un grupo aparte, ni el mando de opinión es un atributo de sólo algunas personas, sino que es parte integral del intercambio cotidiano que se da en las relaciones interpersonales. Asumen mayor importancia las redes y las conversaciones, que los roles. Pero estos líderes de opinión no son meros transportadores, sino que también son editores.

Ya en el siglo XIX, Gabriel Tarde, sociólogo, criminólogo y sicólogo social francés, definía el flujo de la comunicación en dos pasos a nivel de la sociedad como un modelo constituido por cuatro elementos: Prensa, conversación, opinión y acción. La prensa establecía la agenda temática para las conversaciones; la prensa llegaba al café, en que las personas hablaban entre sí; esto gatillaba la opinión; y la opinión se difundía y finalmente conducía a la acción.

El redescubrimiento de las relaciones interpersonales como redes potenciales de comunicación y de los líderes de opinión como miembros de un grupo con un papel dominante en las comunicaciones, han redefinido los sistemas de las organizaciones. Las relaciones interpersonales generalmente motivan más que las preferencias ideológicas o políticas, ya que tienen mayor significación como grupo social.

Una vez asumido este concepto, recién se puede pronosticar el modelo probable con el cuál funcionarán las cosas, posiblemente sorprendiendo en cuanto a las variables escogidas para definir qué es lo relevante. El no coincidir en la calificación de lo importante genera una gran frustración, pero cuando se producen afinidades o alianzas, son de gran relevancia para el comportamiento de las comunicaciones.

Andrés Jirón Santandreu
Gerente General
Gestcom

Artículo publicado en sitio web http://www.gestcom.cl/

lunes, 23 de marzo de 2009

Agregar valor a través de la especialización

Un profundo debate se ha producido respecto a la cantidad y calidad de los abogados en nuestro país. La voz de alerta lanzada por el Presidente de la Corte Suprema en la inauguración del Año Judicial instaló con fuerza el tema de la formación de los nuevos abogados. Como en otras profesiones, se hace cada vez más necesaria la especialización de los abogados.

El llamado de atención del presidente de la Corte Suprema, Urbano Marín, sobre la formación de los nuevos abogados, instaló con fuerza la discusión en la agenda del mundo legal. El tema fue planteado en la cuenta pública por la máxima autoridad del Poder Judicial y abrió un debate sobre la cantidad y calidad de los abogados que egresan de las diversas universidades chilenas, afectando inevitablemente el ejercicio de la profesión.

Según cifras entregadas por el Poder Judicial, entre los años 1997 y 2008, 15.894 egresados de Derecho recibieron sus títulos profesionales de abogados. Durante el año 2008 se titularon 1.473 nuevos abogados. Y tan sólo para los primeros cuatro meses del presente año se estiman 1.160 entregas de diplomas. Es por este aumento de titulaciones, que los ministros integrantes del comité de modernización del máximo tribunal elaboran un paquete de medidas para enfrentar el aumento de abogados. Pero el proceso de titulación, además de la Corte Suprema, debiera ser revisado cuidadosamente por otras instituciones como el Congreso, el Ministerio de Justicia, las Facultades de Derecho de las distintas universidades y el Colegio de Abogados. También sería la oportunidad para establecer un mecanismo de evaluación que asegurara estándares mínimos de idoneidad profesional de los abogados.
Una propuesta planteada es la necesidad de un examen nacional voluntario, que al igual que los médicos, certifique las competencias de los profesionales. Es la propuesta de los cinco decanos del Consorcio de Facultades de Derecho Tradicionales. Sin embargo, se contra argumenta que esta idea tendería a uniformar aún más la enseñanza del Derecho, dificultando la implementación de propuestas metodológicas más innovadoras.

Otra propuesta, en cambio, sería establecer un sistema de especialización como el CONACEM en el caso de los médicos. Es una corporación de derecho privado, que desde el año 1984 se dedica a efectuar a los médicos cirujanos que así lo soliciten el reconocimiento de especialistas en determinados campos o áreas del ejercicio profesional. CONACEM determina y actualiza las disciplinas que ameritan ser catalogadas como especialidades. El Ministerio de Salud, que ha patrocinado y apoyado las iniciativas de CONACEM, nombra un representante permanente en el Directorio, en calidad de observador. En la organización están representadas las principales instituciones involucradas en el quehacer médico nacional: Colegio Médico de Chile A.G., Facultades de Medicina de las Universidades Chilenas pertenecientes a ASOFAMECH, Sociedades Científicas correspondientes a cada una de las especialidades certificadas y la Academia de Medicina del Instituto de Chile.

Así como los médicos, ingenieros y otros profesionales se especializan en distintas disciplinas de su profesión, lo mismo debiera suceder en la profesión de abogados. No parece lógico que una misma persona esté facultada para asesorar negociaciones colectivas, fusiones corporativas y la instalación de centrales hidroeléctricas, y al mismo tiempo, pueda llevar un juicio de alimentos, otro de nulidad de una marca comercial, un juicio de caducidad de los derechos emanados de una manifestación de una pertenencia minera y una querella criminal por cuasidelito de homicidio.

Por otra parte, en nuestra legislación coexisten distintos sistemas jurídicos que requieren de competencias diferentes, en especial en atención a la escrituración u oralidad del procedimiento. En el primer caso, estos procesos son escriturados, con una entrega diferida en tiempo y espacio, normalmente a través de un soporte que es el expediente y que puede ser visto por distintas personas en forma sucesiva. Esto permite que el mensaje se haga verificable, entregando certezas. Por otra parte, permite que los detalles técnicos puedan sobresalir y analizarse en profundidad.

En cambio en el caso de los procesos orales, además de los conocimientos propios del tema legal, se requieren destrezas específicas de litigación, que faciliten la preparación y exposición de un caso en forma oral frente al tribunal o a la corte. Para esto será fundamental saber qué preguntar, cómo preguntar, qué discutir y cómo discutir, todas destrezas absolutamente distintas entre sí y no siempre presentes en la misma sola persona. Se desarrolla la copresencialidad, el mensaje transcurre en el tiempo y no requiere de soporte, sin perjuicio de que quede registrado para hacerlo verificable.

Los nuevos procedimientos han mutado en forma importante a procesos verbales y más concentrados. Por tanto, se requiere de una evaluación del desempeño del profesional en los sistemas basados en la oralidad. Un sistema de certificación de especialidades incluso podría contemplar un mecanismo de examinación que habilitara para cada especialidad: para litigar, en derecho corporativo, en medio ambiente, etc. Se crearía así formalmente la calidad de “abogado litigante”, muy similar al sistema norteamericano, certificados por la Barra de Abogados del Estado. El establecimiento de un sistema de certificación permitiría además mejorar el nivel de información del ciudadano al contratar un abogado.

En cuanto a la calidad de los profesionales titulados, existen grandes diferencias entre los egresados de las distintas universidades, al igual que los egresados de otras muchas carreras universitarias. Por eso, hay que tener en cuenta que no todos los titulados deben tener las mismas competencias, sino que deben diferenciarse de acuerdo a su especialización laboral.

Andrés Jirón Santandreu
Abogado
Gerente de Operaciones
DB Group

Artículo publicado en sitio web www.gestcom.cl

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Pugna de poder

Las pugnas de poder entre las partes negociadoras pueden irse agravando cada vez más, con motivo de legítimos intereses contrapuestos. Hoy, los funcionarios públicos llegaron a un paro general e indefinido en rechazo a la propuesta del Gobierno. Bajo la atenta mirada de los usuarios, los elementos de presión utilizados han aumentado su calibre.

El conflicto surgido en la tensa negociación sobre el reajuste de los funcionarios públicos ha ido escalando rápidamente. La ANEF no retrocedió en el paro indefinido de 15 gremios, por lo que sus conversaciones con el Ministerio de Hacienda se harán en el contexto de una masiva paralización de actividades. Unos 450.000 trabajadores del sector público comenzaron a la hora cero de ayer una segunda paralización de actividades en una semana. A esta convocatoria se sumaron las federaciones de estudiantes de la Universidad de Chile, del Bíobío y los estudiantes secundarios.

La vocería de Gobierno ha recaído en el ministro Velasco, ya que el otro negociador, el ministro del Trabajo Osvaldo Andrade, partió a Ginebra a una actividad de la OIT. Velasco hizo una oferta de un reajuste escalonado, la que rechazada por los funcionarios públicos.

El presidente de la Federación Metropolitana de Trabajadores de la Salud, Carlos Castro, advirtió sobre la posibilidad de abandonar los turnos éticos. A su vez, el Gobierno anunció que, de no llegar a un acuerdo, el Ejecutivo enviaría mañana mismo un proyecto de ley al Congreso con una propuesta de reajuste, para ser despachado durante la semana.
Mientras las medidas de presión van aumentando entre las partes, existe un consenso nacional que los únicos “en pagar el pato” son los usuarios de los servicios públicos. Dentro de las organizaciones, los grupos de poder ya han aprendido a utilizar fuertes medidas de presión.

Andrés Jirón Santandreu
Gerente General
GestCom

Artículo publicado en sitio web http://www.gestcom.cl/

lunes, 20 de octubre de 2008

¿Hasta dónde llega la responsabilidad organizacional?

El conocimiento de que el Hospital de Iquique no informó a pacientes infectados con el virus del sida ha conmocionado a la opinión pública. Se han desencadenado múltiples procesos tendientes a determinar responsables. ¿Pero qué pasa con la responsabilidad de las organizaciones? ¿Qué pasa cuando nuestros colaboradores observan irregularidades y no las comunican?

Dentro de la gestión de una organización, ya sea pública, privada, con o sin fines de lucro, cada cierto tiempo suelen detectarse irregularidades. Estas anomalías atentan directamente contra el cumplimiento de la misión, visión, valores corporativos y objetivos estratégicos de la organización. Muchas veces trascienden del conocimiento individual del autor de los hechos y pasan a ser de conocimiento público dentro de la organización. ¿Qué pasa cuando un colaborador detecta una irregularidad? ¿La comunica o prefiere guardar silencio? En el caso del Hospital de Iquique, ¿nadie había detectado esta anomalía?
En contrapartida, desde el punto de vista de la dirección de la organización ¿existen las instancias adecuadas de comunicación? ¿Están dispuestas las autoridades a escuchar esos avisos o prefieren mantener todo bajo una aparente calma? ¿Nunca le llegó el rumor a alguna autoridad de la institución pública de salud? Si lo conoció, ¿hizo algo?
Son muchas las interrogantes que surgen en este caso. En este caso estamos hablando de un valor supremo: el derecho a la vida. También involucra otro importante valor: el derecho a la salud.

¿Pero qué pasa en nuestras organizaciones?

Cuando están en juego otros valores en nuestras organizaciones ¿qué ocurre en la práctica? ¿El colaborador denuncia el hecho o prefiere guardar silencio? A su vez, ¿la jefatura toma acción o mantiene un silencio cómplice? ¿Quién resulta la víctima final de esta política del laisser faire?
En términos generales, siempre es el usuario, cliente o consumidor. El hecho de que el cliente pague, ¿agrava o aminora la falta? Si el usuario está obligado a depender de un monopolio estatal, ¿es mayor o menor la gravedad de la irregularidad?

En el caso del Hospital de Iquique, resulta poco probable que no se haya conocido este tema en su momento. Más de 100 personas no fueron informadas oportunamente de su condición de portadores del virus. Al día de hoy, las consecuencias son que cuatro personas han fallecido y 25 ignoran los resultados de sus exámenes. El robo de sus fichas médicas agrava aún más la situación.

Sin embargo, hace años la ex jefa de área del hospital ya había advertido sobre estos problemas. En noviembre del año 2000, la jefa de la unidad de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) envió un memorándum a todos los jefes de unidades del recinto y del Servicio de Salud. Advertía de los problemas en la notificación de los infectados con el virus VIH y proponía un nuevo procedimiento. Es decir, las jefaturas de la época estaban en antecedentes de lo que estaba ocurriendo, pero no hubo ninguna medida al respecto.

En términos organizacionales, ¿qué fue lo que ocurrió? Tanto las autoridades como los funcionarios de la época estaban al tanto de los problemas de notificación de los infectados por HIV, pero ninguno de ellos actuó.

El actual conocimiento por parte de la opinión pública de que el Hospital de Iquique no informaba a pacientes infectados con el virus del sida ha desencadenado múltiples y simultáneos procesos. De partida, tanto parlamentarios de la Concertación como de la Alianza han manifestado su intención de hacer efectiva la responsabilidad política. La ministra de Salud anunció la intervención del hospital. Los familiares de las víctimas fallecidas harán efectivas las acciones penales y civiles para determinar responsabilidades. Probablemente lo mismo suceda con los pacientes no informados. ¿Pero que sucede con la responsabilidad ética de los funcionarios del hospital que estaban en conocimiento de estas anomalías? ¿Qué sucede con la responsabilidad de las autoridades de la época, que estando en conocimiento de estas irregularidades, prefirieron mantener una aparente normalidad? Las nuevas autoridades que las reemplazaron, ¿tuvieron conocimiento de estos hechos?

Pareciera que las comunicaciones dentro de las organizaciones han tendido a desperfilarse, siendo confundidas simplemente con clima laboral. Han perdido su fin último, que es hacer que las cosas funcionen, afectando directamente las etapas de planificación, organización, dirección, coordinación y control. Como siempre, las consecuencias recaen en indefensos usuarios, que no cuentan con la asociatividad necesaria para defenderse.

Por esta razón, la prensa ha asumido su defensa y ha fortalecido el periodismo de denuncia. Su metodología es explicitar ante las audiencias externas lo que es de conocimiento tácito en las audiencias internas. En la prensa, TV, radio y medios digitales, los programas de denuncia ciudadana han aumentado en cantidad y calidad. Se han creado equipos especialmente enfocados en el periodismo de denuncia, con un fuerte incremento de sus presupuestos.

Por eso cada día se hace más necesario fortalecer la comunicación interna de las organizaciones, de manera de poder detectar las oportunidades de mejora en forma oportuna, antes de que los problemas escalen a las audiencias externas.

Y mientras tanto, ¿Qué pasa en nuestras organizaciones? ¿Estará ocurriendo lo mismo?

Andrés Jirón Santandreu
Gerente General
GestCom

Artículo publicado en sitio web http://www.gestcom.cl/

lunes, 29 de septiembre de 2008

Festival de paros

Las movilizaciones de los funcionarios públicos se hacen cada día más frecuentes. Son una consecuencia directa del empoderamiento de las audiencias internas, que les permite incluso contravenir la legislación chilena.
En este último tiempo, hemos sido testigos de numerosos paros en la administración pública. El Colegio de Profesores y el Instituto de Normalización Previsional estuvieron en paro en julio. En agosto, fueron la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud, Confusam, y el Servicio Médico Legal. El Sename, el Servicio de Impuestos Internos, el Compin, el Instituto de Salud Pública y el Servicio de Registro Civil e Identificación han paralizado sus funciones durante el mes de septiembre. Y ya hay varios paros anunciados para octubre.

Definitivamente, los paros se han convertido en un importante y eficaz mecanismo de presión en el sector público. Estas movilizaciones surgen especialmente en épocas de negociación de reajustes salariales. Y aún cuando las autoridades señalan reiteradamente que no negocian con funcionarios en paro, terminan haciéndolo ante la presión de los usuarios.
Nuestra actual legislación prohíbe a los funcionarios públicos y aquellos que atiendan servicios de utilidad pública, mantener huelgas y más aun paralizar sus funciones, ya sea en forma total o parcial. Pero esta expresa prohibición de paralización de actividades es sobrepasada regularmente, a través de la política de hechos consumados. Al lograr una visibilidad ante la opinión pública, los funcionarios en paro recuperan inmediatamente la atención de sus interlocutores.

La Constitución Política del Estado establece en su artículo 19 N°16 inciso 5° que ”no podrán declararse en huelga los funcionarios del Estado ni de las municipalidades. Tampoco podrán hacerlo las personas que trabajen en corporaciones o empresas, cualquiera que sea su naturaleza, finalidad o función que atiendan servicios de utilidad pública o cuya paralización cause grave daño a la salud, a la economía del país, al abastecimiento de la población o a la seguridad nacional. La ley establecerá los procedimientos para determinar las corporaciones o empresas cuyos trabajadores estarán sometidos a la prohibición que establece este inciso”.
Por su parte, el artículo 384 del Código del Trabajo establece taxativamente quienes no pueden declarar la huelga. Son las empresas: a) que atiendan servicios de utilidad pública y b) cuya paralización por su naturaleza causen grave daño a la salud, al abastecimiento de la población, a la economía del país o a la seguridad nacional. La calificación en estas categorías debe ser efectuada todos los años en el mes de julio, por resolución conjunta de los ministerios del Trabajo, Defensa y Economía.

Ratificado lo anterior, el Estatuto Administrativo (ley 18.834) en su artículo 84 letra i) establece como prohibición para el funcionario: “Organizar o pertenecer a sindicatos en el ámbito de la Administración del Estado; dirigir, promover o participar en huelgas, interrupción o paralización de actividades, totales o parciales, en la retención indebida de personas o bienes, y en otros actos que perturben el normal funcionamiento de los órganos de la Administración del Estado”.
En contrapartida, la OIT ha sostenido que la huelga es un derecho fundamental, por lo que sólo puede estar restringida en forma excepcional. En ese sentido, la Comisión de Expertos en Aplicación de Normas de la OIT, en sus Observaciones del año 2008 vuelve a indicarle al gobierno chileno que la prohibición de huelga todavía es demasiado amplia. Esta recomendación coincide con la del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, que también considera demasiado amplia la legislación chilena en la regulación de la prohibición del derecho a huelga.

Sin embargo, mientras estas tendencias no se incorporen a la normativa nacional, no tienen efectos jurídicos. Pero ya es un hecho que los funcionarios públicos se sienten empoderados para transgredir la ley. Es el empoderamiento de las audiencias internas.

Andrés Jirón Santandreu
Gerente General
GestCom



Artículo publicado en sitio web http://www.gestcom.cl/

lunes, 15 de septiembre de 2008

Fiestas Patrias: Momentos de verdad organizacional

La celebración de las Fiestas Patrias en Chile constituye un importante momento de verdad dentro de las organizaciones. Las audiencias internas aprovechan esta oportunidad para evaluar la coherencia del discurso y actuar de sus empleadores. En estas ocasiones, los colaboradores comprueban si el tantas veces mencionado reconocimiento del capital humano se materializa en acciones efectivas, o queda sólo a nivel de discurso.

Entre la organización y sus colaboradores debiera existir una relación fluida durante todo el año. Pero surgen determinados “momentos de verdad” en que esta relación se cristaliza en forma especial. Esto permite al trabajador evaluar la calidad de la contraprestación entregada por el empleador. También le facilita detectar contradicciones entre el discurso de la empresa y la realidad de sus políticas corporativas. Son situaciones específicas y cruciales que determinan la satisfacción del usuario de manera esencial. Sin un manejo adecuado, conducen al descontento, a una merma de confianza y a una posible pérdida del colaborador.

Estos momentos críticos de verdad requieren de una atención especial en las organizaciones. Suelen ser crisis internas imprevistas, que detienen el flujo normal de trabajo y se convierten en el foco de atención de toda la audiencia interna. En ese contexto el trabajador evalúa a su empresa, reforzando o revirtiendo la opinión que tiene de ella.

Pero existen al menos dos momentos de verdad esperados, programados e incluso calendarizados: la Navidad y las Fiestas Patrias. Son celebraciones que tienen significaciones especiales, que influyen en ambientes laborales y permanecen en la memoria de las personas. La Navidad tiende a celebrarse en un ámbito familiar y las Fiestas Patrias en uno más social.
Las Fiestas Patrias tienen connotaciones especiales, además del sentimiento patriótico que refuerza la identidad nacional. Es el feriado más largo del año, reemplaza a la fiesta de la primavera de otras culturas y coincide con vacaciones escolares y universitarias. Es una celebración que involucra a toda la población bajo los valores patrios.

Por eso, en estas fechas muchos colaboradores miran con atención los beneficios que entregan sus empleadores. Aguinaldos, celebraciones, regalos y reducciones a la jornada laboral son siempre bienvenidos. Son detalles que aumentan el compromiso del trabajador, su sentido de pertenencia y el orgullo de integrar un proyecto colectivo. Por otra parte, es una buena oportunidad para la empresa de reconocer el aporte de sus colaboradores.
Pero la elección de los beneficios y la forma de entregarlos no son una decisión menor. El peligro de los beneficios, pecuniarios y no pecuniarios, es que se consideren como derechos adquiridos o bien pasen inadvertidos. La forma de entrega pasa a ser tan importante como el beneficio mismo.


Andrés Jirón Santandreu
Gerente General
GestCom

Artículo publicado en sitio web www.gestcom.cl

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Conflicto en el Servicio de Impuestos Internos

El Gobierno aceptó finalmente continuar con el Proyecto de Modernización del Servicio de Impuestos Internos, poniendo fin a uno de los conflictos más complejos en la gestión organizacional pública.

El paro de los funcionarios del Servicio de Impuestos Internos se fue complejizando, al incorporar nuevos interlocutores, nuevas peticiones y nuevos enfoques en un conflicto cada vez más dinámico, viéndose incluso las directivas superadas por las bases en las tomas de decisiones.

Hace dos semanas atrás, los funcionarios del Servicio de Impuestos Internos iniciaron una paralización de sus actividades, en respuesta a la decisión del Ministerio de Hacienda de suspender el plan de modernización de este Servicio durante el año 2009. El proyecto incluía una segmentación por tamaño de los contribuyentes, una atención por ventanilla única, innovaciones tecnológicas para el usuario, bonificaciones por el mejoramiento de la atención al público y por el cumplimiento de un aumento de la recaudación tributaria.

Sin embargo, el Ministerio de Hacienda se negó a entregar los recursos para el proyecto de modernización del SII, acatando la política de austeridad fiscal impuesta por el Gobierno y dándole prioridad a los proyectos del área social.

A pesar de que a los pocos días las directivas de las asociaciones de funcionarios y de fiscalizadores del SII (Aneiich y Afiich respectivamente) acordaron suspender el paro nacional para establecer una mesa de diálogo, las bases no acataron este acuerdo y decidieron continuar con la paralización de actividades. Incluso solicitaron la renuncia del director del Servicio, Ricardo Escobar.

El Ministerio de Hacienda reiteró una vez más su política de no tratar con funcionarios en paro. El tema se hacía apremiante, porque no quedaba mucho tiempo para negociar, ya que el Presupuesto 2009 debía ser enviado al Congreso para su aprobación antes del 15 de septiembre.
Por otra parte, el Ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma reiteraba “que la Agenda de Modernización nunca ha perdido importancia”. Señalaba también “que la Presidenta me apoyó en esto desde un comienzo y todo lo que he podido hacer es porque cuento con el apoyo irrestricto de la Presidenta”.

Finalmente, los funcionarios del SII retomaron sus funciones, luego que se firmara un protocolo de acuerdo entre el Ministerio de Hacienda, el SII y las organizaciones gremiales en paro, instalando una mesa de trabajo para el día de mañana, en la que todos los temas serán evaluados y analizados. Un caso de extrema complejidad organizacional, con múltiples interlocutores y muchas dificultadespara alinear a tantos legítimos intereses contrapuestos.



Andrés Jirón Santandreu
Gerente General
GestCom


Artículo publicado en sitio web http://www.gestcom.cl/

sábado, 2 de agosto de 2008

Capital social chileno


Pasar de una economía exportadora de materias primas a una economía de clusters exportadores representa un gran desafío para nuestro país, en especial por una gran debilidad: nuestro bajo stock de capital social.

Mario Waissbluth, profesor del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile, comenta en un artículo publicado en la revista Qué Pasa acerca de una sicopatología social severa que caracteriza a la sociedad chilena, expresada en una gran desconfianza interpersonal. Esta tendencia nos impediría avanzar hacia una nueva etapa de innovación y emprendimiento.
De acuerdo a una encuesta efectuada por Latinobarómetro, en Chile sólo el 9% contestó afirmativamente a la pregunta “¿diría usted que se puede confiar en la mayoría de las personas?”, porcentaje extraordinariamente bajo en comparación a otros países, tanto desarrollados como en vía de desarrollo.

La confianza interpersonal constituye un elemento de la esencia de la asociatividad, uno de los pilares que facilita el crecimiento y desarrollo de un país. Resulta necesaria, pero no suficiente, ya que el desarrollo y crecimiento económico se construyen sobre un conjunto de variables políticas, económicas, sociológicas y culturales. Sin embargo, la ausencia de confianza y colaboración entre diversos actores consolida la falta de resultados en cualquier proyecto que se emprenda.

La permanente existencia de legítimos intereses contrapuestos nos hace a menudo ponernos a la defensiva, intentando proteger nuestras posiciones, sin intentar escuchar, conocer y comprender a la contraparte. Se suele pensar que cualquier confrontación es una operación de suma cero, en que la ganancia o pérdida de un interlocutor se equilibra con las ganancias o pérdidas de los otros interlocutores.

Esto significa que dentro de los costos de vivir en una sociedad basada en la desconfianza inicial de unos hacia otros, está el subsistir en un estado permanente de alerta. Entonces se tiende a confiar solamente en la gente que se conoce, en “las redes de confianza” que se construyen como verdaderos ghettos.

En las estructuras organizacionales, la ausencia de confianza interpersonal se manifiesta principalmente en equipos de trabajo que no logran los resultados propuestos. Generalmente se tiende a hacer diagnósticos individuales, revisando y evaluando las competencias particulares de cada miembro del equipo, sin poder determinar las causas de la falta de resultados. Pero muchas veces la existencia de relaciones interpersonales inadecuadas, la falta de comunicación y el estrés propio de la vorágine laboral, impiden la concreción de equipos de trabajo eficaces.

La inserción de Chile en la comunidad internacional y su anhelo de aumentar su participación en ella, nos obliga a mejorar nuestros índices de confianza interpersonal. Sin ello, no podremos nunca constituir verdaderos equipos de trabajo capaces de enfrentar los nuevos desafíos que la globalización nos impone.

Andrés Jirón Santandreu
Gerente General
GestCom

Artículo publicado en sitio web http://www.gestcom.cl/

jueves, 26 de junio de 2008

Hacia un nuevo modelo organizacional

A medida que la sociedad se ha ido desarrollando, las estructuras organizacionales también han ido evolucionando, consolidándose como fenómenos de alta complejidad. Para poder dirigirlas, gestionarlas y administrarlas, se hace cada vez más necesario el conocer y comprender sus sistemas, procesos y problemas.

En este último tiempo, en nuestro país y en todo el resto del mundo hemos podido presenciar un derrumbe de las estructuras organizacionales habituales. Estamos viviendo la transición hacia un nuevo sistema productivo, aún no definido, provocado por la pérdida de vigencia y efectividad de los modelos organizacionales tradicionales.

Desde la Pyme recién creada hasta las grandes corporaciones ya consolidadas, todas las organizaciones requieren fortalecer sus vínculos con sus stakeholders, a fin de cumplir las metas corporativas propuestas.

Con conflictos laborales, como los surgidos con los subcontratistas en Codelco, trabajadores del salmón o funcionarios de Agrosuper, hasta pugnas comunitarias, como las provocadas por la construcción de la planta de Metrogas en la comuna de Peñalolén, o ambientales, como la oposición al proyecto de centrales hidroeléctricas en Aysén, se suma a la complejidad interna de las organizaciones la necesidad de relacionarse con audiencias externas.

Chile se ha fijado como objetivo una inserción exitosa en el contexto internacional. Para poder lograrlo, deberá revisar, fortalecer o renovar todos sus paradigmas en los ámbitos de la productividad, eficiencia y calidad de los sistemas organizacionales. Por esta sola razón, la Gestión Organizacional se convierte en una disciplina ineludible.


Andrés Jirón Santandreu
GestCom
Gerente General

Artículo publicado en sitio web http://www.gestcom.cl/ y enNewsletter de Dale Carnegie Training Chile (N° 1, Junio 2008).




domingo, 13 de enero de 2008

Políticos díscolos

El fenómeno de los políticos díscolos que partió tímidamente en el Congreso hace algunos años atrás, se ha ido expandiendo con fuerza en los partidos políticos y consolidando en forma irreversible en el ámbito nacional, hasta incluso llegar a La Moneda, situación impensable hace algunos años atrás.

¿Qué ha sucedido para llegar a estos extremos?

La escasa identificación que siente la ciudadanía con los conglomerados políticos, cuantificada en diversas encuestas con exiguos índices cercanos al 20% de aprobación, han explicitado la baja representatividad de la actual clase política. Esto ha promovido un implícito “sálvese quién pueda”, privilegiando intereses individuales por sobre colectivos, dificultando la visión de un proyecto común e imposibilitando la construcción de un relato nacional.

Con el proyecto de ley de inscripción automática se busca camuflar esta escasa adhesión. Por eso, y solamente como un hipotético ejercicio teórico, ¿se atrevería la clase política a aprobar un proyecto de ley que estableciera el voto voluntario? Sería interesante conocer los verdaderos índices de representatividad de nuestros dirigentes políticos.

Dada la importancia de los partidos políticos para el desarrollo y consolidación de un marco institucional, económico y social, se hace cada vez más imprescindible recuperar esa sintonía que en algún momento tuvieron con el chileno común y corriente.

Para esto, se necesita enfocarse en los nuevos intereses ciudadanos, renovar las cúpulas dirigentes, ampliar las bases partidiarias y desarrollar elementos diferenciadores que permitan al votante fundamentar con solidez su opción electoral.

De otra forma, que el (la) último (a) apague la luz…

Carta publicada en el Diario Financiero el 9 de Enero de 2008.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Tarjeta amarilla

Las renuncias, propuestas intempestivas y votaciones contrarias de nuevos actores díscolos vienen a confirmar una tendencia que irrumpe y se instala en el mundo político. Al tener la Concertación y la Alianza índices de desaprobación cercanos al 60%, muchos políticos han caído en la cuenta del exiguo valor agregado que otorga el respaldo de un partido. Varios de ellos – incluso algunos no parlamentarios- han optado por desligarse de éstos, prefiriendo prescindir de su apoyo.

Es una severa tarjeta amarilla para los partidos políticos por su paulatino y persistente alejamiento de los intereses ciudadanos. Existe la legítima percepción en la opinión pública que los conglomerados se han convertido en verdaderas máquinarias para retener o conquistar el poder, según sea el caso, olvidando su función de representar a la voluntad ciudadana. Por eso, el chileno ha aprendido a distinguir, segmentar, seleccionar y privilegiar con apoyo moral y probables votos en futuras elecciones, a personas, y no a partidos políticos.

Un reciente proyecto de ley presentado al Congreso sanciona con pérdida de su condición al parlamentario que vote distinto a la postura oficial de su partido político. Es una de las últimas y desesperadas maniobras por intentar retener el control del poder. No obstante, el ciudadano común y corriente, al estar asumiendo su rol de consumidor político, aprecia y valora esta diversidad, y comienza a exigir el cumplimiento de los compromisos individuales asumidos por los políticos con sus electores.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Influyendo al Influyente

Frente a una sociedad compleja en que coexisten múltiples, legítimos y muchas veces contrapuestos intereses, una organización o individuo para lograr sus metas, requiere generar opinión, adhesión o convencimiento en los públicos objetivos y actores relevantes a través de la intervención de los elementos propios de la comunicación.

Cuando las audiencias seleccionadas corresponden a la opinión pública o a públicos masivos, el rol de los medios resulta fundamental, tanto por su capacidad de difusión como por su función de mediación. Por esta razón, los actores sociales han intentado influir en la pauta informativa, con la instalación o encuadre de temas específicos. Un nuevo fenómeno surge con la intervención del hecho noticioso, modificando la particular relación entre los medios y la información intencionada.
Nuestro país ha experimentado profundos cambios en estos últimos 40 años, generando importantes transformaciones en ámbitos tan diversos como el económico, político, social y cultural. Esto ha tenido como consecuencia directa un cambio en la composición y calidad de las audiencias. Frente a una población más educada y expuesta a nuevos y mayores estímulos, para cada agente social se ha convertido en un desafío el acceder, convencer y persuadir a su público objetivo. Debido a esto, todos los actores sociales –políticos, empresariales, culturales y ciudadanos- utilizan los medios como plataforma tecnológica para entregar su mensaje a la opinión pública, optimizando con esto su capacidad de difusión. Sin embargo, también intentan influir en la pauta periodística de los medios de comunicación, buscando aprovechar la función mediadora que éstos ejercen. En efecto, la actual sociedad urbana e industrial concentra en una relativamente escasa extensión de espacio físico a un número inusual de personas, donde ya no es posible conocerse unos a otros, ni tampoco encontrarse para hablar o escuchar a alguien. (1) Ante una sociedad en que no todos tienen la misma capacidad de discusión y decisión, el medio asume el rol de mediador de ideas, como un espacio público gestor de ciudadanía.
Cada agente social tiene objetivos comunicacionales que le son propios y particulares. Resulta importante, en consecuencia, el clasificar los distintos tipos de actores sociales, ya que dependiendo de sus objetivos comunicacionales específicos e individuales, su forma de aproximación para influir en los medios será diferente en cada caso.

Pero para que este mensaje sea comprendido por el destinatario en la forma planificada, con frecuencia es necesario influir antes al influyente, tanto en su instancia de difusión como de mediación. Para esto, los agentes sociales tienen, por una parte, la alternativa de intentar incorporarse en los efectos usados por los mismos medios con sus audiencias, esto es, agenda-setting, el framing y el priming, y por la otra, la alternativa de intervenir directamente en el hecho noticioso, restringiendo de esta manera el rol de mediación del medio de comunicación masiva. Esto aumenta notoriamente cuando los agentes sociales están conscientes de la existencia de transmisión televisiva en directo.

Con esto, surgen nuevos debates sobre la relación que existe entre el periodismo y la información intencionada, sobre el nivel de autonomía de los medios en la construcción de la pauta periodística, y sobre la transparencia respecto a la definición de temas, encuadres y procesos de entrega de la información.

Intervenciones en la comunicación de prensa

Cada organización o individuo fija un plan estratégico que contiene sus principales metas para un determinado período. Este proceso requiere identificar y seleccionar el conjunto de estrategias que le permitan alcanzar de la mejor manera el cumplimiento del plan. Para el logro de estas metas puede ser necesario generar opinión, adhesión, convencimiento o compromiso en los públicos objetivos y actores relevantes a través de la intervención de elementos propios de la comunicación.

A su vez, la comunicación dirigida a públicos masivos, ya sea como expresión de la función informativa o bien de la función deliberativa, necesita de los medios para poder amplificar el mensaje y llevarlo a los destinatarios definidos. Al mismo tiempo, el mensaje busca legitimarse a través del rol mediador de los medios masivos de comunicación.

Tradicionalmente, los actores sociales influyen en la pauta periodística instalando determinados temas, esto es, contribuyendo al efecto agenda-setting realizado por los medios. Se cumple su primer objetivo cuando los medios califican ciertos issues o temas como relevantes, incidiendo en que éstos sean percibidos como importantes por la opinión pública y los principales actores sociales. Pero también existe un segundo nivel, en que se influencian las audiencias a través de opiniones y comentarios de los medios de comunicación sobre temas o personajes. Esta segunda dimensión está conformada mayoritariamente por los efectos priming y framing.

Asesores comunicacionales, empresas, organismos estatales, gobierno, partidos políticos, thinks-tanks, y todos los actores relevantes intentan influir en la pauta informativa en ambos niveles. Sin embargo, su intervención en la pauta de los medios es distinta según los objetivos comunicacionales buscados. En la actualidad, con la sobreoferta de profesionales en el mercado, muchos periodistas con experiencia en prensa se han trasladado al campo de la comunicación estratégica para asesorar a los actores sociales en sus relaciones con los medios.

Por otra parte, frente a una cada vez más defendida prensa, esta asesoría periodística ha provocado que los habituales intentos de influir en los medios hayan sido reemplazados por intervenciones en el acontecimiento mismo, en su noticiabilidad o en el proceso de construcción de la noticia.

Ámbito político

El ámbito político constituye el área donde se reúne el mayor número de actores que buscan influir en las pautas periodísticas. En el caso de los partidos políticos y eventualmente de personeros en forma individual, se establece una relación simbiótica con los periodistas, en el sentido que unos son necesarios a otros. Los periodistas necesitan información para publicar al igual que el acceso a las fuentes de noticias; los representantes de las instituciones necesitan difundir y proponer sus programas a los destinatarios (2).

En mayo del 2007, el llamado del Presidente del Senado y ex Presidente de la República, Eduardo Frei (DC) a estatizar el Transantiago, realizado en la Junta Nacional de su partido, corresponde a un buen ejemplo de aplicación del efecto agenda-setting. El sistema de transporte constituía todo un tema – problema social, a menudo conflictivo, que ha aparecido y es cubierto por los medios de comunicación (3)-y ya estaba instalado en la agenda periodística. Al producir efectos directos en la población de Santiago e indirectos en el resto del país, era un tema relevante en la agenda pública, en la agenda de los medios y en la agenda política. Aprovechando la cobertura periodística que iba a tener el evento, lanzó la idea de estatizar el Transantiago. La precisión en la instalación del tema y la oportunidad de la declaración, tanto en tiempo como en lugar, hizo que esta propuesta fuera inmediatamente acogida en la agenda informativa como un salience angle, es decir, “un aspecto particular de un tema genérico” (4).

Por otra parte, el lanzamiento del libro “Desalojo” del senador Andrés Allamand (RN), con su controversial título, también constituye un buen ejemplo de intervención en el acontecimiento propiamente tal, sin necesidad de inmiscuirse en la pauta periodística de los medios.

En este último tiempo, hemos visto otros ejemplos de eventuales aplicaciones del efecto agenda-setting, en que se fusionan y confunden causa con efecto. Los llamados “parlamentarios díscolos”, con sus acciones de desmarcarse de la Concertación, han logrado una importante cobertura, instalándose en la agenda de los medios. ¿Tienen cobertura de prensa por diferenciarse del resto de la Concertación? ¿O se diferencian del resto de la Concertación para tener cobertura de prensa?

Estos casos buscan producir un efecto agenda-setting, instalando los temas en la agenda pública a través de la agenda de los medios. Pero adicionalmente los actores políticos también tratan con frecuencia de influir en los encuadres o enfoques informativos con que tratan los medios sobre temas o issues ya instalados en la agenda, a través del framing. Otra vez nos encontramos en la actualidad frente a intervenciones que no son hechas en forma directa a la pauta informativa, sino que se realizan al hecho noticioso propiamente tal.

Un ejemplo claro fue en marzo del 2007, cuando nuevamente en plena crisis del Transantiago, la Presidenta Michelle Bachelet afirmó que el sector privado no había sido todo lo eficiente que se esperaba en la implementación del sistema. Señaló en una entrevista en el matinal de Canal 13: “el sector privado lamentablemente no dio el ancho”, intentando centrar el problema en los privados que participaban en el proyecto y de alguna manera eximiendo de responsabilidades al sector público.

De la misma manera, en abril del 2007 la Alianza rechazó en el Congreso el Proyecto de Ley de Depreciación Acelerada, aduciendo que no beneficiaba a las empresas pequeñas y medianas y rompiendo con una larga tradición de apoyo a los grandes empresarios. La argumentación en la explicación de las causas del rechazo seleccionaba algunos aspectos de la realidad, destacándolos indistintamente frente a periodistas y audiencias y recurriendo a una dimensión afectiva compuesta por la proximidad e interés humano.

En consecuencia, vemos que los actores políticos han comenzado a intervenir los acontecimientos propiamente tales y a participar en el proceso de construcción de la noticia, entregando a la prensa hechos o situaciones que ya vienen con un enfoque informativo incorporado y que proporcionan a las audiencias una forma inequívoca de interpretarlas. De esta forma, restringen a los medios la capacidad de maniobrar en la transmisión de una imagen segunda.

Ámbito económico

Otra importante categoría de actores se encuentra en el ámbito económico, y comprende principalmente a las empresas y empresarios. Generalmente buscan un único y legítimo objetivo final que consiste en obtener las preferencias de compra de los consumidores, es decir, comunicación de marketing. En un mercado cada vez más desafiante, el desarrollo de ventajas competitivas se logra a través de la combinación de elementos técnicos y comunicacionales, generando una preferencia de marca en el público objetivo. Tanto la teoría del marketing como la de la comunicación, entregan un rol relevante a la transmisión de los elementos diferenciadores a las audiencias o mercados.

Como señala Naomi Klein en su libro No logo, “los teóricos de la gestión de empresas de éxito deben producir ante todo marcas y no productos” (5). Por esta razón, los recursos financieros y humanos empleados en el área comunicacional son cada vez mayores. La construcción de una reputación corporativa de una organización se convierte en una ventaja competitiva. Esto se logra mediante la instalación de la marca, la diferenciación de atributos de posicionamiento o la fidelización de mercados y audiencias, dependiendo de la etapa del proceso en que se encuentre la estrategia de marca de la empresa. Comprende desde campañas de publicidad, con información pagada y totalmente controlada, hasta campañas de prensa, sin ningún control sobre la información entregada, pero con un ventajoso amparo de la función mediadora propia de los medios masivos.

Ya sea a través de asesores externos o de gerencias internas de comunicaciones, marketing y relaciones públicas, estos departamentos son los encargados de agregar valor al producto o servicio entregado y de resolver además los diversos problemas que surjan en la interrelación con sus stakeholders. Por regla general, las empresas buscan influir en la pauta periodística subordinándose a la aplicación del efecto agenda- setting de los medios, con el objetivo de instalar su marca en el mercado. Suelen hacerlo con contenidos relativos a aperturas de sucursales, planes de exportaciones, proyecciones de ventas o resultados financieros. Eventualmente, las empresas incorporan en sus comunicaciones entregadas a la prensa algunas intervenciones que buscan generar en los medios los efectos de priming o framing.
Las relaciones entre los medios y las empresas son complejas, debido en gran medida a que las funciones de periodista y de empresario son entitativamente distintas. Existe una desconfianza recíproca entre ambas, que incluso muchas veces deriva en objetivos contrapuestos, al disentir en la cantidad y calidad de la información a entregar. Por otra parte, tampoco resulta fácil distinguir el límite entre publicitar e informar a la opinión pública. Esto hace que las instituciones ocasionalmente intenten hacer pasar publicidad por información y los medios, conscientes de esta realidad, evitan correr riesgos innecesarios que puedan afectar su reputación.
Pero al mismo tiempo, el reconocimiento de la empresa ciudadana ha agregado al acostumbrado análisis en el ámbito económico, la evaluación de nuevos ámbitos, como el social y el medioambiental. Esto ha aumentado la necesidad de una comunicación estratégica de las organizaciones, buscando entregar información institucional a actores relevantes, tomadores de decisiones públicas, medios y actores del mundo socioeconómico. Se trata de transmitir a este público específico un mensaje sobre la legítima relación entre la empresa y el interés público (6).
Como contrapartida, la empresa al ser hoy un agente totalmente validado e institucionalizado, también ejerce derechos para asegurar su competitividad, discutiéndolos e incluso negociándolos con la sociedad. Al estar reconocido y validado su rol económico, se comunica no solamente a través de los medios para la venta de sus productos, sino también para tener una participación activa en la construcción de la sociedad.

En temas de rechazo o impulso de proyectos y agendas económicas, tradicionalmente las empresas evitan asumir liderazgos políticos que le signifiquen notoriedad, y prefieren actuar colectivamente o a través de los gremios. Ocurrió con la Ley de Subcontratación y el ya mencionado Proyecto de Ley sobre Depreciación Acelerada.

Ámbito cultural

En una línea muy particular están los actores culturales, quienes no sólo buscan la preferencia del consumidor, sino también la difusión. Debido a las eventuales dificultades de los públicos para acceder al conocimiento directo del arte, los actores culturales requieren de los medios para construir representaciones mediadoras sustitutivas en sus audiencias. Una gran mayoría buscar captar las preferencias de las audiencias por sobre otros productos competidores o sustitutos.
Dentro de los actores culturales, podemos distinguir entre los de la alta cultura y los del mundo del espectáculo. En el caso de los primeros, el objetivo principal es la instalación en la audiencia de la obra o de su autor, a través del efecto de agenda-setting principalmente en las secciones especializadas de los medios. Derivados habitualmente desde la función emotiva de la comunicación, corresponden a la descripción de la arrealidad. Por esta razón, es muy excepcional la aplicación de los efectos de framing o priming en la entrega de información de los actores culturales con los medios, quedando más bien restringida al efecto de agenda-setting.

En cambio, el mundo del espectáculo conforma una importante industria económica, que se rige por las reglas de una economía libre de mercado, y que muchas veces requiere de la comunicación propia de una empresa. Con frecuencia, los productos del show business consisten en personalidades o rostros artísticos, con una importante necesidad de promoción ante las audiencias. Por tratarse habitualmente de personas con una alta notoriedad y con larga experiencia en la industria de medios, los efectos de agenda-setting, framing y priming son aplicados por ellos con regularidad.

Durante el año 2007, dos estrellas de la TV chilena vivieron difíciles momentos en sus vidas privadas, despertando un gran interés de los medios. Marlen Olivarí, con su separación matrimonial y Cecilia Bolocco, sorprendida en topless con un amigo, fueron protagonistas de un hecho noticioso. Pero una vez que la noticia fue publicada por los medios, el tratamiento que le dio cada una fue totalmente distinto, especialmente en cuanto a la aplicación de los efectos agenda-setting y framing. En ambos casos, a pesar del gran acoso mediático, las estrellas televisivas le dieron tratamientos distintos a la administración de la información, creando sus propias pautas informativas y recurriendo a la entrega de aspectos subjetivos, objetivos y de opinión a la prensa, para asegurarse de que su mensaje llegara a los destinatarios finales

Ámbito ciudadano

Por último, con el aumento de la participación ciudadana, un nuevo grupo de actores sociales ha surgido. Amparados en la libertad de asociación y en el principio participativo, organizaciones intermedias y movimientos espontáneos de personas se han sumado a las ya tradicionales asociaciones de interés público. Organizaciones no gubernamentales, corporaciones, fundaciones, sindicatos, gremios y movimientos espontáneos como “Víctimas de la Delincuencia”, “deudores habitacionales” o “el movimiento estudiantil” también buscan acceder a los medios para transmitir sus mensajes.

Por regla general, obedecen a fuerzas que surgen de conflictos desarrollados en forma subterránea, y se amparan en una evidente desigualdad de fuerzas con su contendor, despertando la empatía en la opinión pública. Producto de esto, solicitan cobertura de prensa a los medios, intentando influir en ellos para ser incorporados en la pauta informativa. Adicionalmente, han desarrollado inéditas técnicas para convertirse en noticia, y suelen utilizar un criterio de noticiabilidad basado en una inmediatez sicológica y cultural. Conscientes de la oportunidad mediática, desarrollan acciones comunicacionales rápidas e intensas, especialmente en eventos transmitidos en vivo por la televisión.

En mayo del 2006, los dirigentes del movimiento estudiantil sorprendieron al país por su madurez organizativa y su gran capacidad mediática, instalando el tema educacional en la agenda pública, en la agenda de los medios y en la agenda política. Además del resultado de la aplicación del efecto agenda-setting, lograron crear una primera impresión muy positiva y hacer primar sus enfoques sobre el tema, transmitiéndoselos a todo el país.

En agosto del 2006, los dirigentes sindicales de Minera Escondida mostraron una sólida preparación comunicacional para enfrentar el proceso de negociación colectiva y una posterior huelga. Es así como hicieron escalar el conflicto a todo el país, incorporándolo también en todas las agendas, la del público, la de los medios y la de política.

En el discurso presidencial de mayo del 2007, los deudores habitacionales lograron una vez más interrumpir un mensaje de la Presidenta Bachelet, obteniendo la visibilidad y notoriedad buscada. Con estas manifestaciones, se aseguraron la cobertura de la pauta informativa.
En general, estos actores han comenzado a aplicar en forma constante los efectos de agenda-setting, framing y priming. Sin embargo, a pesar de haber desarrollado un fuerte instinto mediático, la falta de preparación periodística, o de una asesoría externa en su caso, puede hacerlos diluir su mensaje, al confundir el ejercicio de la función informativa con el de la función deliberativa en la comunicación.

Conclusión

Los agentes sociales han comprendido el inmenso efecto multiplicador que tienen los medios en la difusión de un mensaje. Hoy, más que en cualquier época anterior, los cambios en la comunicación y en sus tecnologías se producen tan rápido, provocando una alteración de los roles y relaciones de los sujetos participantes en los procesos comunicacionales. Junto a las inmediatas y obvias consecuencias de estos cambios tecnológicos, ha habido una serie de efectos a largo plazo que afectan a nuestras vidas de modos a veces sutiles (7).

Uno de esos cambios ha sido la influencia que ejercen mutuamente los actores sociales y los medios en la construcción de la pauta periodística. Al reconocerse la existencia de tres agendas simultáneas, esto es, la agenda pública, la de los medios y la política, se empoderó a las audiencias, dándole un rol más activo en la construcción de la pauta informativa.

Por otra parte en una aceptada sociedad de consumo, la confirmación del protagonismo del consumidor sumado al empoderamiento de la ciudadanía, permite el fortalecimiento de una actitud activa de la opinión pública en la construcción de la pauta periodística. Pero tradicionalmente la teoría de la agenda-setting se ha enfocado en estudiar las formas en que los medios ejercen influencia en sus audiencias, mediante la jerarquización de temas y fijación de encuadres sobre éstos, sin profundizar en las nuevas formas que utilizan los actores sociales para influir en los medios.

La comprensión del rol que ejercen los medios, el conocimiento de las nuevas tecnologías de la comunicación y el acceso a una asesoría periodística de profesionales, ha hecho que los roles de emisor y receptor, de autor y de audiencia, de protagonista y de destinatario, se alternen cada vez más seguido, llegando incluso a confundirse en numerosas oportunidades. ¿Quiénes son los protagonistas y quienes son los destinatarios? Cada situación es diferente. Pero ante el desarrollo económico y social que hemos vivido como país, los actores sociales han comprendido la importancia de un eficiente apoyo periodístico en su relación con los medios. Producto de esta asesoría profesional, su intervención se ha trasladado desde la transmisión del mensaje a la generación del hecho noticioso, antes incluso de que se transforme en imagen segunda y antes de que comience el proceso de construcción de la noticia.

Sin embargo, frente a una sociedad cada vez más exigente, hoy no sólo importa la forma en que los medios influyen en las audiencias, sino también la influencia que los actores sociales relevantes a su vez efectúan a los medios.

(1) Santamarina, Cristina: Una sociedad de audiencias, Cimop, p.1
(2) Rodríguez Díaz, Raquel: “Teoría de la Agenda Setting”, A.F. Alamitos, Observatorio Europeo de Tendencias Sociales, España, 2004, p.22
(3) Dearing y Rogers: “Communication Concepts 6: Agenda Setting”, Thousands Oaks, CA: Sage, España, 1996, p. 3
(4) Dader, José Luis: “Las provincias periodísticas de la realidad”, Comunicación y sociedad, vol III, N° 1 y 2, 1990, p 85-134 (5) Klein Naomi, No logo. Toronto, Ediciones Paidós Ibérica, 2002, Pp 31-54
(6) D’Humieres, Patrick: Management de la communication d’entreprise, Editions Enrolles, Paris, 1993, traducción propia).
(7) Crowley, David & Heder, Paul: “La comunicación en la historia”, Bosch Casa Editorial S.A., 1997, Barcelona, p. 19


Andrés Jirón Santandreu, abogado de la Universidad de Chile, MBA por la Universidad del Desarrollo, con diplomados de Comunicación Corporativa y de Estudios de Audiencias, ambos de la Universidad Católica. Se desempeña como Gerente General de GestCom.


Santiago, Mayo 2007.

viernes, 26 de octubre de 2007

Comunicación de las Pymes

Siempre con falta de medios, las Pymes habitualmente relegan a un segundo plano la comunicación corporativa. No obstante, basta la implementación de ciertos principios simples, ésta puede convertirse en algo muy valioso para su actividad.

Pocos recursos, sin una estructura específica, malos hábitos… la comunicación corporativa representa un verdadero desafío para las Pymes. Aquí hay cinco recomendaciones para una implementación exitosa.

Utilizar los sistemas de las grandes corporaciones.-

Las grandes corporaciones han demostrado que la comunicación corporativa agrega valor. El primer consejo sería aplicar la misma metodología, hacerse las mismas preguntas de posicionamiento y de diferenciación que las grandes corporaciones. Mientras menores sean los recursos, más importante es desarrollar una comunicación corporativa como ventaja competitiva.

Tendrán que evitar el reducir a pequeña escala lo que hacen las grandes empresas. Si copian los mensajes, serán barridos por la comunicación corporativa de las grandes corporaciones. Se trata, entonces, de pensar en términos de oportunidades, para comunicar los atributos mas relevantes.


Escoger los medios apropiados.-

Las Pymes normalmente dedican la mayor parte del presupuesto de publicidad a la prensa local. Pero muchas veces, las radios locales serán más eficaces y menos onerosas.
Un fenómeno que las Pymes deben imperiosamente tener en mente es el efecto de ….. La comunicación que funciona es la de repetición. No tiene ningún efecto la contratación de dos o tres spots publicitarios aislados en algún canal de televisión. Lo mismo ocurre con un solo anuncio en una revista.

Lo que se recomienda ante todo, es de utilizar al máximo las posibilidades de Internet. Obviamente, no se trata simplemente de subir a la red los folletos, sino de desarrollar funcionalidades interactivas. Esto permite de casi igualar a las grandes corporaciones, especialmente en las empresas B2B.

Incentivar sistemas no tradicionales.-

Los soportes de comunicación privilegian los sistemas no tradicionales, comprendiendo todas las técnicas de comunicación y marketing que no utilizan los cinco medios tradicionales (prensa escrita, televisión, radio, cine y vía pública). Por ejemplo, la producción de un evento puede ser muy eficaz. Es muy importante de informar a la clientela y prospectos sobre los productos de la Pyme. La comunicación directa es entonces muy apropiada. El lazo que uno crea con el cliente es en efecto mas fuerte en el área del marketing directo. Es mucho más fácil obtener un retorno sobre la inversión, pero siempre es necesario el porqué se comunica.

Profesionalizar la comunicación.-

El primer paso hacia una comunicación realmente profesional consiste en el establecimiento de un presupuesto realista, el cual debe incluir todos los costos, tanto internos como externos. Generalmente las Pymes dejan fuera los costos internos, lo que produce una sensación falsa de que se han hecho muchos contactos por una suma muy razonable. Pero un presupuesto acotado es el primer paso para que la comunicación corporativa sea considerada como una verdadera función de la empresa.
Es más, generalmente en una Pyme es el empresario quien toma las decisiones en materia de comunicación corporativa. Y habitualmente en su interior, el área de la comunicación corporativa es un área difusa, al contrario de las áreas financiera, comercial o de producción, áreas en que se pueden realizar evaluaciones. Por eso el empresario se siente competente, de la misma manera que todo el mundo se siente competente en comunicación corporativa. La tendencia es a recoger ideas a doquier, mientras que el primer requisito de la comunicación corporativa debiera ser precisamente de innovar. Con mayor razón de confiar esta problemática a un especialista, interno o externo a la empresa.

Recurrir a proveedores.-

Improvisar sin una preparación profesional no da resultados por mucho tiempo. Es necesario que el empresario acepte el consejo de un consultor o de una pequeña agencia. Para esto, tendrá que determinar en forma precisa las tareas encargadas. El asesor sabrá decirle que es factible o no lo es. Por eso se recomienda dejar las cosas por escrito.
Por último, el ser considerado por la prensa no es un objetivo quimérico. El recurrir a un asesor comunicacional permite colocarse en una situación de igualdad con las grandes corporaciones. Las Pymes tienen lugar en la prensa especializada, regional o gremial, que les puede dar más cobertura. Por lo tanto, es uno de los terrenos a explorar. Y al contratar a un asesor profesional, también significar beneficiarse de sus contactos y de su profesionalismo.