Mostrando entradas con la etiqueta Responsabilidad política. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Responsabilidad política. Mostrar todas las entradas

jueves, 6 de agosto de 2009

La responsabilidad política en Chile

Mientras la Presidenta Bachelet prácticamente mantiene sus índices de aprobación, el Gobierno retrocede ocho puntos en su evaluación, de acuerdo a la encuesta Adimark de Julio 2009. Las áreas más criticadas de la gestión del Gobierno se concentran en el control de la delincuencia (80% de desaprobación y 14% aprobación) y la corrupción en los organismos del Estado (70% de desaprobación y 18% aprobación).

Por otra parte, por primera vez se evalúa el desempeño del Poder Legislativo, con exiguos índices favorables: el 24% de los encuestados aprueba la labor del Senado, versus el 57% que opina lo contrario. En el caso de la Cámara de Diputados, sólo el 21% apoya su trabajo y el 65% lo rechaza. A su vez, las cifras de los conglomerados políticos también son bajas, en especial si se tiene en cuenta que estamos en un año electoral: 21% de identificación en el caso de la Alianza, 19% en el caso de la Concertación y 51% se declara independiente, ninguno o no sabe.

Este creciente cuestionamiento ciudadano hacia la clase política parece provocar un cambio de tendencia, haciendo surgir una fiscalización más estricta de parte de las autoridades a la clase política. En esta semana, hemos presenciado distintas situaciones que lo demuestran:

El allanamiento de la Intendencia y de la sede DC en Rancagua, la incautación de computadores y la invitación a declarar a las autoridades regionales y del partido político, refleja una firme intención de llegar hasta el final en esta investigación de supuesta intervención electoral. Por su parte, el ministro Pérez Yoma señaló que el Gobierno va a colaborar plenamente con la Contraloría General de la República y la fiscalía para esclarecer los hechos, reconociendo al mismo tiempo algún grado de verosimilitud en las acusaciones. “Nosotros queremos que se llegue al fondo de este asunto”, agregó el jefe de gabinete.

Las infracciones cursadas por el juez de Policía Local de Casablanca al senador Hosaín Sabag (DC), a los diputados Marcelo Schilling (PS) y Carlos Recondo (UDI) y al ministro Secretario General de la Presidencia, José Antonio Viera Gallo, también demuestran una intención de fiscalizar las faltas de la clase política. Con binoculares en mano, apoyado por Carabineros y en compañía de la prensa, el magistrado supervisó personalmente el procedimiento mientras se cursaban los partes. “En Chile no hay ciudadanos etiqueta negra”, señalaba una semana antes el juez con motivo de la infracción por exceso de velocidad (173 kms/hr) al diputado radical Samuel Venegas.

Por otro lado, la decisión del Concejo Municipal de Copiapó de otorgar un plazo máximo de 10 días para que los comandos políticos retiren la propaganda política y borren los rayados en los muros, también representa un cambio, confirmando la ineludible obligatoriedad de la ley para todos por igual. El anuncio de que una vez que venza este plazo se aplicará todo el rigor de la ley -con multas, denuncias a la fiscalía, y, lo que es peor, el escarnio público ante los electores-, logró movilizar hasta a los mismos candidatos a sacar su propia propaganda política.

Pareciera que el creciente descontento ciudadano está impulsando a las autoridades a ejercer un control más efectivo, demostrando claramente una intención de combatir cualquier privilegio indebido. Las inamovibles e injustas cuotas de poder empiezan a debilitarse y la ocasional -o frecuente, en algunos casos -impunidad política también se tambalea.

Por eso, en este entorno y con motivo del escándalo de los tanques Leopard, las declaraciones del ministro Pérez Yoma -entonces ministro de Defensa- en que asume su responsabilidad política, abren una nueva arista. ¿En qué consiste asumir la responsabilidad política? ¿De qué manera se hace efectiva? ¿Basta sólo una declaración o se requiere además una acción? ¿Queda impune o existe alguna sanción? ¿Se auto-administra o la aplica un tercero?

Ante la pérdida de confianza en la política, la opinión pública exige un respeto mutuo y el acatamiento de ciertas normas mínimas de conducta y convivencia, y ahora las autoridades comienzan a hacerse cargo de ese requerimiento. Las situaciones antes mencionadas demuestran que es posible investigar y hacer efectiva una sanción cuando corresponde. Cuando se trata de cargos de alta visibilidad, resulta indispensable una coherencia entre lo que se declara y la forma en que se lleva a la práctica. La ciudadanía está cansada de grandilocuentes y ampulosas declaraciones de la clase política, que en definitiva no se concretan en nada.

Columna publica en http://blog.latercera.com/blog/ajiron/entry/la_responsabilidad_politica_en_chile

jueves, 2 de julio de 2009

Hay que entrar a picar


A fines de 2006, durante el primer año de mandato de la Presidenta Bachelet, se conocieron diversas irregularidades en algunos servicios públicos -subvenciones escolares, Programas de Generación de Empleo (PGE), Chiledeportes, SII, etc.-. Estos casos confirmaron la necesidad de profundas reformas institucionales en nuestro sistema democrático.

Ante la complejidad de los casos y reconociendo la urgencia de mejorar el sistema político, el 12 de diciembre de 2006 la mandataria ingresó al Congreso un emblemático proyecto de reforma constitucional sobre transparencia, modernización del Estado y calidad de la política. Su objetivo era que incluyera al gobierno, al conjunto del Estado, a todos los sectores políticos y a toda la sociedad. “Porque Chile se lo merece, porque nuestros ciudadanos así lo esperan”, señaló la Presidenta en su mensaje presidencial N° 522-354.

Con el tiempo, los objetivos se afinaron, diferenciándose y expresándose en distintas normas. De partida, la ley de transparencia y acceso a la información pública - surgida de una moción parlamentaria presentada por los senadores Hernán Larraín y Jaime Gazmuri en enero de 2005 -, recién entró en vigencia en abril pasado, marcando un importante hito en la gestión estatal.

Por otra parte, este miércoles se definió que una Comisión Mixta consensuara la fórmula para destrabar la reforma constitucional sobre calidad de la política. Significa que la Cámara de Diputados (cámara de origen) rechazó las modificaciones del Senado (cámara revisora) al proyecto de ley, incorporadas en el segundo trámite constitucional. La urgencia simple asignada por el Gobierno, la formación de una comisión mixta y las prioridades del actual período (re) eleccionario, anticipan que probablemente no se aprobará esta ley durante el gobierno de la Presidenta Bachelet.

Los diputados aprobaron las declaraciones de patrimonio y fideicomiso ciego de las autoridades, pero rechazaron la incorporación en la Constitución de una norma sobre financiamiento, transparencia, límite y control del gasto electoral; la prohibición a los funcionarios públicos de participar en actividades de proselitismo político partidista o de promoción de candidaturas a cargos de elección popular durante su jornada de trabajo; y la prohibición de uso de urgencias y reformas constitucionales en períodos pre eleccionarios.

No menos importante, la agenda de modernización del Estado está hoy suspendida. Fuertemente reimpulsada por el ministro Pérez Yoma y con la colaboración de diversas entidades, coincidió con el comienzo del “segundo tiempo” del período presidencial. Medidas como la modernización de la Contraloría General de la República, la creación de una Agencia Nacional de Calidad de las Políticas Públicas, el establecimiento de una institucionalidad para alianzas público-privadas, entre otras, todavía siguen en el ámbito de los discursos sin concretarse en normas jurídicas.

Probablemente estas dos reformas incomodarán a muchas personas que han logrado hacer parecer ciertos privilegios como verdaderos derechos adquiridos. Como ya costumbre en nuestro país, grupos de presión organizados se esforzarán en impedir o retardar -explícita o tácitamente-cualquier proyecto que afecte de alguna manera sus prerrogativas.

El 55% de los chilenos considera que la corrupción está instalada en el país, según el Barómetro Global de la Corrupción 2009, realizado por Ipsos y Chile Transparente, siendo las instituciones más afectadas los partidos políticos, el Congreso y el Poder Judicial. De acuerdo a la Encuesta de Corrupción 2009 realizada por Libertad y Desarrollo, el 64% de los encuestados cree que la corrupción es mayor que hace un año. El 74,3% de las personas pobres de Santiago considera que hay un alto nivel de corrupción en Chile, según el Estudio sobre Percepción de Probidad y Corrupción 2008, de la Universidad Católica Silva Henríquez.

En plena campaña presidencial y parlamentaria, y con niveles cercanos al 70% de aprobación presidencial, no le resultaría difícil a nuestra mandataria conseguir el acuerdo político para aprobar una agenda de mejoramiento de la eficiencia estatal. Por otro lado, también ayudaría utilizar el mecanismo de insistencia o, al menos, reponer la suma urgencia al proyecto de reforma constitucional sobre calidad de la política, de manera de poder concretar su promulgación durante este gobierno. Ahora es el momento para avanzar en una agenda de largo plazo que permita consolidar a Chile como un país competitivo, con instituciones sólidas y legitimadas, que sean capaces de sustentar el crecimiento anhelado.

“Hay que entrar a picar”, dice el maestro gasfíter a su interlocutor(a), y éste tiembla. Comprende que es necesario, pero piensa en todos los costos -económicos, tiempo y molestias- que tendrá que asumir. Incluso se cruza fugazmente la tentación de postergar la solución, creyendo erradamente que se retrasará el problema. El problema existe. Se requieren intervenciones urgentes. No podemos seguir postergando la modernización de la gestión estatal y la mejoría de la calidad de la política.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Aprobación del voto voluntario en el Senado

Finalmente, con 26 votos a favor, uno en contra y siete abstenciones, la Sala del senado aprobó la norma que consagra a nivel constitucional la voluntariedad del voto y la inscripción automática en los registros electorales. Después de esto, la iniciativa debe ser enviada a la Presidenta de la República para que sea promulgada como una nueva ley.

Dentro del intrincado proceso legislativo, la norma aprobada es una disposición transitoria que establece que la reforma constitucional comenzará a regir al momento de que entre en vigencia la respectiva ley orgánica constitucional, que deberá regular la forma en que se implementa el nuevo sistema. En consecuencia, la aplicación del voto voluntario e inscripción automática queda sujeta a la dictación de una nueva ley constitucional que defina el modo de operación de la reforma.
A favor de la reforma votaron los senadores Andrés Allamand, Nelson Ávila, Carlos Bianchi, Carlos Cantero, Camilo Escalona, Alberto Espina, Fernando Flores, José García, Jaime Gazmuri, Guido Girardi, José Antonio Gómez, Antonio Horvath, Carlos Kuschel, Juan Pablo letelier, Pedro Muñoz, Roberto Muñoz Barra, Jaime Naranjo, Ricardo Núñez, Carlos Ominami, Jorge Pizarro, Baldo Prokurica, Mariano Ruiz-Esquide, Hosaín Sabag, Guillermo Vásquez, Adolfo Zaldívar y Sergio Romero. En contra lo hizo el senador Jaime Orpis, y quienes se abstuvieron fueron los senadores Jorge Arancibia, Andrés Chadwick, Juan Antonio Coloma, Hernán Larraín, Pablo Longueira, Evelyn Matthei y Víctor Pérez.
Sería importante para los ciudadanos el conocer las razones que motivaron sus votaciones, de manera de posibilitar un control de responsabilidad política sobre los parlamentarios que fueron elegidos con nuestros votos.
Artículo publicado en sitio web www.politicastereo.tv.

lunes, 9 de marzo de 2009

Impunidad a todo evento


Sorpresa causa la contratación de Elinett Wolff Rioseco como encargada de la Comisión de Transparencia de la I. Municipalidad de La Florida. La decisión del alcalde Jorge Gajardo de nombrar en ese cargo a una ex Subsecretaria de Transportes, renunciada a su cargo luego de ser sorprendida en un automóvil fiscal repartiendo frambuesas de su negocio familiar, desconcierta a la opinión pública.


Las histriónicas declaraciones del alcalde Gajardo no atenúan en nada la gravedad del nombramiento, menos en ese cargo y comisión. Lamentablemente, la controvertida designación sólo resta credibilidad a la efectividad de la Ley de Transparencia, la tan esperada norma que entrará en vigencia el 20 de abril.


El nombramiento de Wolff confirma al chileno común y corriente la impunidad a todo evento que existe entre los funcionarios públicos -en especial si están ligados a partidos políticos-, ratificando la inaplicabilidad de cualquier responsabilidad política.
Artículo publicado en sitio web www.politicastereo.tv.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Recambio de moscas


Impresentables me parecen las declaraciones de Víctor Pérez, secretario general de la UDI, acerca de las irregularidades cometidas por la alcaldesa Carolina Plaza e investigadas en un juicio de cuentas por la Contraloría General de la República durante casi un año.

Las observaciones por gastos rechazados en su viaje a Europa y la no justificación de su supuesta invitación de Comuna Net reflejan un inexcusable abuso sobre el uso de los dineros públicos. Aún cuando la Contraloría reconoce que las actuaciones no revisten el carácter de delito, éstas constituyen una importante falta de probidad. Puede que legalmente no estén acreditados los ilícitos, pero los antecedentes dejan en evidencia una culpa grave, que se asimila al dolo.

Las afirmaciones del senador Pérez sólo reflejan una irreflexiva defensa corporativa, que intenta defender lo indefendible. La ciudadanía está cansada de los abusos de poder cometidos por los políticos, independiente de cuál sea su filiación política. La continua falta de de responsabilidad política en nuestro país ha derivado en la consolidación de una total impunidad en este ámbito.

La alcaldesa Plaza fue elegida como representante de la UDI el año 2000, con el 29% de los votos. En el 2004 es reelegida, pero esta vez con el 57,3% de los votos. En el año 2008, después de un fuerte enfrentamiento con Isaac Givovich, yerno de Joaquín Lavín, se retiró de la tienda gremialista acusándola de falta de apoyo en su defensa. Las relaciones se reconstruyeron con su ex partido, cuando logró como independiente ser reelegida con el 58, % de los votos -tanto tienes, tanto vales-. De hecho, muchos de los habitantes de Huechuraba votaron por ella creyendo en sus declaraciones de inocencia.

Con la extraordinaria capacidad comunicacional de la alcaldesa Plaza –fue a entregarle las llaves de su oficina al Contralor de la República en plena investigación-, es probable que intente manejar esta crisis, buscando minimizar sus costos políticos. Por eso, resulta increíble que el mismo partido político que ha asumido la tarea de fiscalizar al Gobierno y a la administración pública, trate de justificar estas irregularidades. Las declaraciones de sus dirigentes gremiales únicamente ayudan a avalar, permitir y consolidar una total impunidad política.

La restitución de los dineros cobrados indebidamente sólo atenúa la falta, pero de ninguna manera exime de responsabilidad política a la funcionaria municipal. En el caso que opte por no renunciar, en los próximos años la alcaldesa Plaza se verá enfrentada a graves problemas de gobernabilidad en la comuna, perjudicando a las miles de personas que votaron por ella.

Pero el daño más grande se verá en la credibilidad del conglomerado aliancista. Incluso más, en un año electoral decisivo, la promesa de cambio podría verse desvirtuada ante esta defensa corporativa. Muchos ciudadanos podríamos concluir que el argumento de la alternancia solamente sirve como discurso para instalar un nuevo Gobierno, pero que en los hechos seguirá siendo “el mismo excremento con distintas moscas”.
Artículo publicado en los sitios web http://www.politicastereo.tv/ y http://www.giropais.cl/.